Do as vs do as I sayconformity and imitation in social norm learning

  1. Giorgetti, Daniela
Dirigida por:
  1. Antoni Gomila Benejam Director/a
  2. Emilio Ramón López Navarro Director/a

Universidad de defensa: Universitat de les Illes Balears

Fecha de defensa: 31 de julio de 2023

Tribunal:
  1. Julia F. Christensen Presidente/a
  2. Albert Flexas Oliver Secretario/a
  3. Cristina Acedo Carmona Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 820046 DIALNET

Resumen

Nuestra conducta está guiada por normas sociales la mayor parte del tiempo. Las normas sociales, en contraposición con las leyes, son reglas informales no explícitas que los grupos sociales establecen espontáneamente para distinguir los comportamientos aceptables de los inaceptables. En este sentido, las normas sociales constituyen la gramática de la sociedad. Cuando nos relacionamos con nuestros seres queridos, cuando estamos con los colegas del trabajo, cuando vamos a un restaurante, estamos sometidos a un sinfín de normas que regulan nuestras interacciones sociales. Las normas influyen en nuestra manera de tratar a la gente, en el trabajo que escogemos, con quien nos casamos. Las normas pueden hacer que la gente sea honesta, saludable, respetuosa con el medio ambiente, o justa, pero también fumadora, adicta al alcohol, corrupta o evasora de impuestos. Sin embargo, la naturaleza de las normas sociales es motivo de intensa controversia. Las ciencias sociales están llenas de teorías de las normas. Pero la mayor parte de estos enfoques no explica satisfactoriamente el problema de la falta de consistencia entre lo que la gente hace y lo que dice que hay que hacer, o lo que la autoridad pública establece a través de leyes. El problema se puede resumir con la expresión "haz lo que digo, no lo que hago". Para estudiar este problema, de todos modos, es preciso acometer primero la cuestión de la emergencia y transmisión de las normas sociales. ¿Cómo se generan las normas? ¿De dónde proviene su fuerza motivacional? Esta es la pregunta que esta tesis pretende contribuir a responder. Intentaré proporcionar una respuesta general y ponerla a prueba con el estudio de un caso. La respuesta general pasa, en primer lugar, por tomar como referencia la teoría de Bicchieri de las normas sociales como expectativas sociales, porque proporciona la mejor explicación de su fuerza motivacional; a continuación, la pregunta inicial se puede reformular como la pregunta por el origen y la adquisición de las expectativas sociales. La respuesta a esta pregunta nos remite a los mecanismos psicológicos de la imitación y la conformidad. En este sentido, argumentaré que estos mecanismos son muy específicos, i operan en función del vínculo social, que a su vez depende de la necesidad de establecervínculos afectivos significativos especialmente a lo largo de la infancia y de la vida en su conjunto. Es la necesidad de afiliación lo que nos motiva a imitar, no a cualquiera, sino a aquellos con quien queremos mantener un vínculo especial. El resultadode la operación de este mecanismo es la transmisión de las expectativas y sanciones de las personas de referencia; dicho de otro modo, la transmisión de las normas sociales. Para poner a prueba esta hipótesis, presento un estudio empírico sobre el cumplimiento de normas durante la pandemia del covid-19 entre jóvenes de 14 a 20 años. He estudiado en concreto su conducta en situaciones de conflicto entre las normas de diferentes referentes sociales, para tratar de establecer hasta qué punto la conducta individual es sensible a las expectativas sociales percibidas (incluso cuando son contrarias al interés propio), y qué expectativas son las que se toman en consideración (de la familia, de los iguales). Los resultados validan el interés del marco teórico adoptado y muestran la fuerza motivacional de las expectativas sociales, y el modo en que los referentes sociales relevantes dependen de su valor afectivo. También muestran diferencias en función de la edad. Al final de la adolescencia, por ejemplo, las personas tienden a seguir más las normas de sus compañeros quelos preadolescentes, de acuerdo con este principio de valor afectivo del referente social. Los resultados iluminan nuestro problema inicial del "haz lo que digo, no lo que hago". Las causas de la deshonestidad y la hipocresía no se encuentran en el egoísmo individual, sino en la presión social por comportarse incluso en contra del propio interés y los propios valores, según el margen de maniobra que tienen los individuos para validar su conducta como conformidad con la norma. Los resultados también iluminan la manera de plantear el diseño de intervenciones sociales para cambiar normas sociales o para incrementar el grado de complimiento de ciertas normas en un grupo social.