Internacionalización de la misión de docencia de la universidad (i)

Resumen

La internacionalización de la misión de universidad hunde sus raíces en el mismo momento de su nacimiento, en la Edad Media. En la época, la internacionalización de la universidad se lleva a cabo por medio de las peregrinaciones académicas en las que participan por igual profesores y alumnos, y gracias a las cuales se difunde, intercambia y renueva el conocimiento. La creación de la universidad de Berlín por Von Humboldt, a principios del siglo XIX, añade a la misión de docencia de la universidad, la de investigación. El siglo XX es un siglo complejo para la universidad. Como consecuencia de las guerras, revoluciones y los grandes cambios económicos y sociales de la época, surgen intentos para convertir la universidad en agente y vanguardia del cambio social, una misión que pronto se abandona. La globalización del último cuarto del siglo XX ha traído consigo la sociedad de la información. Esta sociedad evolucionará a la sociedad y a la economía del conocimiento. En la nueva sociedad, la universidad se internacionaliza y se convierte en la institución fundamental para la generación del conocimiento seguida, a mayor distancia, por los centros de investigación. La universidad asume como tercera misión la transferencia del conocimiento. La internacionalización de la universidad es la respuesta a los retos que impone la globalización y a la competencia que ha traído consigo. Es un fenómeno complejo que va más allá de la firma de convenios entre universidades o al intercambio de profesores y estudiantes. Se trata de un proceso continuo que afecta a la misión, organización y funcionamiento de la universidad. Frente a la competencia entre centros educativos que existe en el mercado internacional de formación, la Unión Europea (en adelante, UE) ha optado por su propia vía de internacionalización. Se trata de un modelo de colaboración universitaria que nace con el doble objetivo de crear una universidad europea capaz de competir en el mercado internacional de formación como un todo unitario y de transformar la UE en la economía del conocimiento más competitiva del mundo, tal y como se formuló en el Consejo de Lisboa en 2000. La crisis generada por el COVID-19 ha dejado patente que la atención a las necesidades sociales ya no deriva sólo de una cuarta misión social de la universidad, sino también de un compromiso ético que implica, además, el respeto a las identidades culturales y derechos individuales y colectivos como base para la construcción de sociedades más libres e igualitarias.