La responsabilidad profesional del abogado

Abstract

De creciente actualidad consdieramos el tema elegido, La Responsabilidad Profesional del Abogado, el cual hemos tratado en sus tres vertientes: Responsabilidad Civil, cuando por falta de diligencia en su actuación profesional se dañen los intereses del cliente; Responsabilidad Penal, por los delitos y faltas cometidos en el ejercicio de su profesión; y Responsabilidad Disciplinaria, en el caso de infracción de las normas éticas y deontológicas que todo Abogado debe respetar, constituyendo estos tipos de responsabilidad los tres capítulos de esta tesis. Respecto a la Responsabilidad Civil, hemos comenzado por incardinar la naturaleza jurídica de la relación entre Abogado y cliente, en la mayoría de los casos, en el contrato de arrendamiento de servicios. Generalmente, la obligación que asume el Abogado al aceptar un asunto la calificamos como una obligación de medios, salvo cuando lo pactado consista en una actuación determinada, en cuyo caso la obligación será de resultado. Hemos delimitado los conceptos de Diligencia, Pericia y Lex Artis para configurar el parámetro de cumplimiento de la obligación, así como la necesaria relación de causalidad entre el incumplimiento y el daño, y lo que se refiere a la carga de la prueba. Se incluye una referencia a la Responsabilidad del Abogado frente a terceros por consejos negligentes, a la regulación de la Responsabilidad Civil derivada de delito y a la Responsabilidad del Abogado por incumplimientos de sus pasantes, sustitutos o colaboradores. Y por último lo concerniente a los daños resarcibles. En el capítulo dedicado a la Responsabilidad Penal, se analizan los nuevos tipos penales, tras la entrada en vigor del Código Penal de 1995: incomparecencias sin justa causa a juicio, destruir, inutilizar u ocultar documentos o actuaciones que haya recibido, quebrantamiento de secreto, presentar testigos falsos, peritos o intérpretes mendaces y elementos documentales falsos, y