La recepción de “Perro semihundido” de Francisco de Goya, las Pinturas Negras y su influencia en el arte posterior

  1. Cobos Muñumer, Bárbara
Dirigida per:
  1. Javier Díez Galán Director/a

Universitat de defensa: Universidad Carlos III de Madrid

Fecha de defensa: 20 de d’abril de 2018

Tribunal:
  1. José Luis de la Nuez Santana President/a
  2. César García Álvarez Secretari
  3. Franca Varallo Vocal

Tipus: Tesi

Resum

Título del proyecto: La recepción de “Perro semihundido” de Francisco de Goya, las Pinturas Negras y su influencia en el arte posterior Autor: Bárbara Cobos Muñumer Director / Tutor de la tesis: Ilia Galán Díez Duración: 2014 – 2018 Palabras clave: Perro semihundido, Pinturas Negras, Francisco de Goya Objetivo del proyecto: El objetivo de este estudio, es pues, las Pinturas Negras y la influencia que han generado en la historia del arte contemporáneo, la relevancia que han tenido en la obra de algunos autores posteriores, sobre todo y, en especial, Perro semihundido. Con respecto a esta pintura, no obstante, su simplicidad, la convierte en una de las más complejas y enigmáticas del conjunto. El historiador de arte Valeriano Bozal, vincula su sorprendente modernidad al arte contemporáneo. En el plano de la técnica, el pintor Antonio Saura es clave, pues siendo un artista del XX, dedicó multitud de homenajes a esta obra, manteniéndola vigente y contemplándola desde su óptica. Según Saura, estas pinturas se van a anticipar a conceptos expresivos que sólo en el arte contemporáneo es donde van a tener cabida. En el inventario de Antonio Brugada, se considera que la realizó en 1823, se la titula simplemente como Un Perro. Ésta, es una obra totalmente enigmática, ni siquiera se sabe a qué género se puede encuadrar en su época. La tradición de perros en obras se utilizaba en el ámbito de lo simbólico, siendo la fidelidad, por ejemplo, uno de sus significados. Aquí, sin embargo, hay una zona de ausencia, de vacío al que en occidente no estamos acostumbrados. No hay anécdota alguna que lo pueda clasificar como una pintura de género, sino la cabeza de un perro de la que nada sabemos, una extensión de lo que parece tierra o agua y el vasto cielo de tintes dorados. Estudiaremos la vinculación de esta obra al arte contemporáneo como precursora del mismo. Desarrollo del proyecto: Con respecto a esta investigación, se divide en dos partes, la parte documental y la parte práctica. En la primera parte, observamos las fuentes de las Pinturas Negras, donde se repasa la documentación que consideramos más relevante al respecto, a continuación, el contexto histórico durante la realización de estas pinturas para, en tercer lugar, analizar las pinturas en la Quinta del Sordo, espacio donde se crearon y ubicaron hasta llegar al Museo del Prado. Por último, tratamos las interpretaciones de las Pinturas Negras. En cuanto a la parte práctica, realizamos un breve trayecto sobre la fortuna crítica de estas obras, para, después, vislumbrar la óptica y la influencia que han tenido en el arte contemporáneo, sobre todo, Perro semihundido, subdividiendo este apartado en cuatro temáticas que según Valeriano Bozal, son las que Goya comparte con los temas del arte moderno: lo subjetivo, lo grotesco, la violencia y el grito. En esta parte práctica del estudio, realizamos un recorrido poniendo en relación algunas obras de Goya con otras seleccionadas de autores posteriores, siguiendo un orden no ya de un modo cronológico, sino temático. Seguimos el esquema de Valeriano Bozal, vinculando la obra de Goya a temas que, según él, se encuentran en el arte contemporáneo, lo subjetivo, lo grotesco, la violencia o el grito, ámbitos con gran relevancia en la cultura artística contemporánea. Presentamos a Goya como el punto central de temas que se desarrollarán después por otros artistas posteriores. Veremos cómo el arte plástico contemporáneo grita porque comienza a desgajarse, cuartearse y descomponerse hasta llegar al abstracto silencio de la pura nada. Hay una gran influencia de Francisco de Goya en el arte contemporáneo, reconocido por la Historia del Arte. Su trabajo ha servido de punto de partida de algunas corrientes, así como también ha colaborado para definir el arte posterior a él, de los siglos XIX y XX. El aragonés, con su obra, sobre todo, en sus últimas etapas, y, por supuesto, con las Pinturas Negras, crea diversos ámbitos que, posteriormente, serán desarrollados por otros artistas que comenzarán a hilar el tejido que conforma la época moderna. La modernidad de la temática de Goya, donde se dan temas tales como el miedo, la irracionalidad etc., influirán sobre los asuntos que se utilizarán en el arte moderno, un arte forjado a partir de la caída del Antiguo Régimen y la nueva visión del individuo frente al estilo de vida de la nueva sociedad, que tiene como características más profundas, el terror y la violencia. Goya trata los temas desde su propio punto de vista, así, se tornan fantásticos y siniestros, aunque formen parte de nosotros mismos, de nuestra realidad, como veremos. En el apartado titulado “Goya entre lo cotidiano y lo subjetivo”, se trata la inserción de esta nueva sociedad y sus consecuencias. Con respecto al tema de lo cotidiano, se dan personajes de la vida cotidiana con individualidad patente en su aspecto o gestos, donde el drama domina sus vidas, una realidad dolorosa que se acerca al espectador. Goya le aportará un ápice pintoresco que desembocará en ese concepto de lo “goyesco”, que después se desarrollaría con artistas tales como Mariano Fortuny. También se habla de temas españoles –la inquisición, etc.- que interesaron a artistas extranjeros, tales como Victor Hugo. En el caso de lo subjetivo, vemos cómo la obra de Goya, paulatinamente convierte ese “arte de lo cotidiano” en un “arte de lo subjetivo” siempre manteniendo un punto real en su obra. Artistas posteriores que explotarán este punto serán Max Klinger o Alfred Kubin. En el siguiente apartado, “Goya y lo grotesco”, se muestran los aspectos más absurdos y la locura del mundo moderno. El sueño fue elemento clave del Barroco. Goya, desde una perspectiva diferente, trata el mundo del sueño que acompaña al mundo moderno, con su progreso y su consumismo. El mundo onírico, así, se convierte en uno de los escenarios característicos de la obra goyesca. La deformidad, acompañada de la locura y lo grotesco, transforman al humano en bestia. La locura ya no se apartará como una desviación, sino que se mirará como una parte inserta en todos y cada uno de los humanos. Esta influencia, de manera heterogénea, se encontrará en artistas como Georges Rouault, Paul Klee, Joan Miró o Henri Michaux. Con respecto a “Goya y la violencia”, se tratan representaciones de la guerra como elemento central y sus consecuencias, cómo la sociedad se transforma dejando de lado la civilización. Personajes siniestros y escenas absurdas, hacen pensar que todo está deformado, como un espejo cóncavo, pero no significa que no sea real. La violencia se convierte un punto clave en el mundo moderno. Lo que representa Goya aquí es la naturaleza humana liberada de toda civilización. Más que en ningún apartado, ésta se conforma como la protagonista, donde se muestran los instintos humanos: lo irracional, la violencia, los miedos etc. Goya representó el mundo real bajo los personajes de la noche, tales como, aquelarres, bailes que recuerdan a las danzas de la muerte, brujas etc. En la obra se habla sobre lo efímero e inútil de la vida, además de la animalidad humana, presente en todas las épocas. Para algunos artistas posteriores, se convierte en una clara influencia por su modernidad, tales como Édouard Manet, Pablo Picasso, Otto Dix y George Grosz. En último lugar, “Goya y el grito”, se trata el terror y el grito producido por las cicatrices provocadas por la guerra a la nueva sociedad. Los gritos de angustia se proyectaron hasta artistas contemporáneos que también trataron con la violencia inherente al ser humano. Goya trató estas imágenes bélicas no ya de un modo ideal o heroico, sino desde la realidad más angustiante. Expone la crueldad del humano hasta sus límites, la angustia y sus miedos, los gritos que dieron lugar a extraordinarias representaciones en el arte de artistas posteriores, tales como Edvard Munch, Karel Appel, Robert Motherwell y, para este estudio, el más relevante: Antonio Saura, quien homenajea a Goya haciendo clave su obra, sobre todo Perro semihundido, a quien le dedica una serie llamada El Perro de Goya. Vemos cómo alguno de los artistas posteriores a Goya, dejaron, explícitamente la influencia del pintor aragonés, y, en otros casos, se estudia la influencia implícita que legó el artista en arte posterior. En la obra de Goya se ve cómo este pintor deja de seguir la tradición técnica académica para soltar la pincelada e imponer el predominio de la mancha. Las Pinturas Negras se consideran su obra opus magna en su trayectoria artística, puesto que los Desastres de la Guerra y los Disparates ya las anunciaban por la relevancia que tuvieron para el futuro. Pita Andrade opina: “Hay en los Desastres de la guerra, y esto sí que es goyesco, mucho desdén, mucha amargura y mucha violencia. Nos interesa su contraste con los Caprichos, que habían sido la expresión amarga y sarcástica de lo que había en nuestro artista de hombre de la Ilustración que aguzaba las armas de su crítica contra una sociedad mal organizada, porque esperaba, confiado, su reforma. Frente a aquello, los Desastres, podríamos decir, suponen la desilusión profunda de un hijo de la Ilustración que había creído en la acción operante de la inteligencia, en la fuerza de la luz sobre las conciencias, en la eficacia inexorable de la razón. Una vez más la moraleja se nos aparece patente en lecciones que el hombre europeo de nuestro tiempo ha podido aprender, si es que las ha aprendido, a su costa, de la terrible historia de nuestros días: el culto y la confianza en la utopía suelen terminar, para la civilización, en el estallido de la catástrofe. El hombre que se adormece confiado en la razón y el progreso, que parece seguro e inevitable en las épocas felices, se vuelve a topar otra vez súbitamente con las más pavorosas realidades, las que se creían ya superadas e imposibles.” Goya, partiendo del mundo real, vemos que muestra un mundo onírico paralelo no menos verídico. Estas obras, hoy día se consideran geniales por su expresión y modernidad. Conclusión del proyecto: El objetivo de este estudio era la influencia que han generado las Pinturas Negras de Francisco de Goya en la historia del arte contemporáneo, sobre todo, la pintura clave, Perro semihundido. La primera parte la hemos dedicado a los aspectos documentales sobre las mismas y en la segunda, la influencia explícita, implícita o los homenajes que artistas posteriores le dedicaron al pintor aragonés, cerrando la trayectoria con la serie El perro de Goya de Antonio Saura. En la introducción de esta investigación nos preguntamos si Perro semihundido podría ser uno de los cuadros precursores del arte contemporáneo. Para muchos se convertirá en una de las piezas clave en el resurgir de este nuevo arte, como en el caso del mencionado Malraux. Por supuesto mencionamos a Valeriano Bozal y Concha Lomba, quienes establecen un recorrido artístico donde vemos la influencia de Goya en el arte posterior. Artistas de la talla de Pablo Picasso, Roberth Motherwell, Édouard Manet y Antonio Saura, entre muchos otros, le homenajearon o la influencia del aragonés se siente palpitar en sus obras. Francisco Javier Sánchez Cantón con respecto a la obra de Francisco de Goya, comenta: “A la larga vida de Francisco de Goya, que va del 30 de marzo de 1746 (Fuendetodos, cerca de Zaragoza) al 16 de abril de 1828 (Burdeos) y rebasa en dos semanas los ochenta y dos años, no corresponde una labor conocida de por lo menos seis decenios, cual la que desarrollaron otros artistas longevos; la suya, difícilmente excedió de cinco decenios. Si hubiese vivido los treinta y dos años de Giorgione, los treinta y siete de Rafael, incluso los cuarenta y dos de Van Dyck, lo recordaríamos como un pintor apenas logrado.” Es cierto que los trabajos del pintor aragonés son inclasificables por su diversidad y riqueza, pues si Goya hubiera muerto a los cuarenta años, no serían los del genial artista que hoy conocemos. Además, su obra escapa a los esquemas de su época y su tiempo. En un país conservador y atrasado como era la España de donde vivió, el arte que primaba era el neoclásico. Fue contemporáneo de los representantes de este arte del dibujo puro, de la línea, tales como Jacques-Louis David, John Flaxman y Asmus Jacob Carstens, y, en el caso de España, del neoclásico que dominaba el país, Anton Raphael Mengs, donde Goya fue la nota discordante. David fue el pintor que impuso el gusto neoclásico en toda Europa durante el XVIII. Hay una veneración a la antigüedad clásica, al clasicismo, al gusto por lo sobrio, lo racional, el equilibrio, la línea y las paletas cromáticas frías. Goya, en cambio, se sitúa frente a ellos en una vorágine de locura, color y, según Lafuente Ferrari y D. Elías Tormo, “la veta brava del arte español”. Así, Goya, habiendo comenzado en su trayectoria con el rococó del XVII, se adelantará progresivamente más de un siglo al arte contemporáneo con sus avanzadas temáticas y técnicas. Para Goya “(…) sólo la Naturaleza era su maestro”. Sin embargo, hemos de apuntar que la influencia de Goya y Perro semihundido no fue tan rápida como parece actualmente. En la Exposición Universal de París las Pinturas Negras fueron rechazadas y ahí estábamos ya en el año 1878. Juliet Wilson-Bareau comenta al respecto: “Aunque posiblemente estas pinturas, visibles y accesibles, fueron ignoradas por la mayor parte de los miles de asistentes que visitaron la Exposición Universal entre su inauguración en mayo y su clausura en noviembre de 1878, sí dejaron estupefactos y horrorizados a algunos espectadores y, a otros, perplejos.” Según Valeriano Bozal, la sensibilidad de Goya es la nuestra, no así pasa con Velázquez o Rubens, a quienes admiramos, pero su mundo no es el nuestro. El de Goya, en cambio, sí. Por ello, estas Pinturas Negras, no fueron valoradas hasta mucho más tarde, como corresponde al adelantado genio. El arte contemporáneo estará influenciado por la obra de Goya mucho más tardíamente, como se demuestra en la segunda parte de este estudio. Culminamos esta conclusión con la siguiente cita: “Sin duda, las Pinturas Negras aparecen ante nuestros ojos como un grito desesperado de insatisfacción. Podríamos entender que son el desarrollo de su Desastre 79 titulado “Murió la verdad”, donde la Justicia yace abatida mirando con horror esta muerte irreparable; junto a ella, la muchedumbre, como tantas veces sumida en el anonimato, contempla cómo frailes y obispos bendicen este entierro. La tristeza del artista ante este panorama, la sinceridad de sus planteamientos pictóricos hacen que sobren las palabras y veamos en Goya la referencia a un artista que conoció suficientemente el hechizo de lo Bello, pero que supo alcanzar en su obra la grandeza de lo Sublime.”