Influence of particle size of the cereal of the diet on egg production, egg quality, and the development of the gastrointestinal tract of brown-egg laying hens

  1. HERRERA LLORENTE, JORGE
Dirigida por:
  1. Gonzalo González Mateos Director/a

Universidad de defensa: Universidad Politécnica de Madrid

Fecha de defensa: 22 de diciembre de 2017

Tribunal:
  1. Ana Cristina Barroeta Presidente/a
  2. David Menoyo Luque Secretario/a
  3. Luis Fernando de la Fuente Crespo Vocal
  4. Rosa Pilar Lazaro Garcia Vocal
  5. Carlos Garcés Ro Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

El objetivo general de esta tesis doctoral era estudiar los efectos del tamaño de la criba utilizado para moler el cereal principal de la dieta sobre el consumo de pienso y los rendimientos y las características del tracto gastrointestinal en gallinas ponedoras rubias. Con este fin, la inclusión de maíz, trigo y cebada en la dieta de gallinas ponedoras, se estudió en los tres experimentos. En el experimento 1 (capítulo 2), estudiamos la influencia del tamaño de la criba usado para moler el cereal principal del pienso en la producción de huevos, el desarrollo del tracto gastrointestinal y las medidas corporales en gallinas de 17 a 49 semanas de edad. Se utilizaron 10 piensos, utilizando un factorial 2 × 5 con 2 cereales principales (maíz vs. cebada) y 5 tamaños de criba del cereal (4, 6, 8, 10 y 12 mm). Cada tratamiento se replicó 5 veces. No se encontraron interacciones entre el cereal principal y el tamaño de la criba, para ninguno de los factores estudiados. El tipo de cereal y el tamaño de la criba no afectaron al consumo de pienso, ni a la producción de huevos, ni a la ganancia de peso vivo ni a los rasgos de calidad de los huevos. Los huevos tendieron a ser más grandes (P = 0.092) en las gallinas alimentadas con pienso de cebada que en gallinas alimentadas con pienso de maíz. Además, el índice de conversión tendió a aumentar (P = 0,081) cuando el cereal del pienso se molió con una criba de 4 mm comparado con la media de los otros piensos. A las 49 semanas de edad, el peso relativo (% BW) del tracto gastrointestinal y la molleja fue mayor (P <0,05) en las gallinas alimentadas con cebada, que en las gallinas alimentadas con maíz. Un aumento en el tamaño de la criba, aumentó linealmente el peso relativo del tracto gastrointestinal (P = 0,089), molleja (P <0,01) e hígado (P = 0,056). Ninguno de las otras partes del tracto gastrointestinal o medidas corporales, fueron afectadas por el cereal principal o el tamaño de la criba. En resumen, la cebada puede sustituir hasta 45% del maíz en dietas para gallinas ponedoras sin ningún efecto adverso sobre la producción de huevos. Por lo tanto, el uso de uno u otro cereal dependerá de su coste relativo. Al aumentar el tamaño de la criba mejoró el desarrollo de la molleja, sin llegar a afectar la productividad de las aves. Dentro del rango estudiado, el tamaño de la criba utilizada para moler el cereal tuvo poco efecto sobre la productividad de las gallinas, aunque la criba de 4 mm tendió a incrementar los índices de conversión pero al mismo tiempo mejora el desarrollo de la molleja. En el experimento 2 (capítulo 3), se estudió la influencia del tamaño de partícula del cereal principal del pienso sobre la producción y la calidad del huevo en gallinas ponedoras rubias de 33 a 65 semanas de edad. El experimento se diseñó completamente al azar, con 6 tratamientos organizados en un factorial 3 x 2 en base a 3 cereales (cebada, maíz y trigo) y 2 tamaños de molienda del cereal (criba de 6 y 8 mm). Cada tratamiento se replicó 11 veces (10 gallinas por repetición). Las dietas se formularon para ser isonutritivas y contenían 2.740 Kcal/kg EMAn y 16.8% de proteína bruta. La producción de huevos y consumo de pienso diario, el peso del huevo y el índice de conversión se calcularon por período (4 sem.) y para el global del experimento. Así mismo se midieron los parámetros de calidad del huevo: porcentaje de huevos sucios, rotos y sin cáscara, proporción de albumen, yema y cáscara y espesor, fuerza y color de la cáscara al final de cada período. Al final de la prueba, no se observaron interacciones entre el cereal principal y el diámetro geométrico medio del pienso para ninguna de las variables estudiadas. Ni el pienso ni el tamaño de partícula afectaron el consumo de pienso, la producción de huevos o la ganancia de peso corporal. Los huevos fueron más pesados (P <0,01) en las gallinas alimentadas con cebada que en las gallinas alimentadas con maíz o trigo, probablemente debido al mayor contenido de grasa de los piensos de cebada. Además, el índice de conversión tendió a ser mejor (P<0.07) en las gallinas alimentadas con cebada que en las gallinas alimentadas con maíz y trigo. El pienso no afectó a ningún parámetro de calidad del huevo estudiado. En resumen, la cebada y el trigo convenientemente suplementados con enzimas, pueden utilizarse en sustitución de maíz a niveles de hasta un 55% en piensos para gallinas ponedoras, sin ningún efecto adverso sobre la producción de huevos o los parámetros de calidad de los huevos. Además, la sustitución del maíz por una combinación de cebada y grasa suplementaria aumentó el tamaño del huevo. En consecuencia, el uso de uno u otro cereal del pienso dependerán principalmente de su coste relativo. Dentro del rango estudiado, el tamaño de partícula de los cereales no tuvo ningún efecto sobre la producción de las gallinas. En el experimento 3 (capítulo 4), se estudió la influencia del tamaño de partícula del cereal principal del pienso sobre el comportamiento de preferencia de consumo de las gallinas ponedoras. Los piensos se diseñaron con un factorial 2x5, con 2 cereales principales (maíz vs. cebada) y 5 tamaños de molienda del cereal (4, 6, 8, 10 y 12 mm de criba). Cada tratamiento se replicó 5 veces (10 gallinas por repetición). Después de un período de ayuno de 8 h, las gallinas recibieron sus respectivos piensos experimentales de 6,00 a.m. a 14,00 p.m. El diámetro medio geométrico y la desviación estándar geométrica de los piensos se determinaron cada 2 h, además se determinaron los contenidos de proteína bruta, cenizas y Ca de los piensos al inicio y al final del experimento. El diseño experimental fue completamente al azar, con los datos analizados con repeticiones, siendo el tamaño de partícula y el cereal los factores principales. El diámetro medio geométrico de los piensos originales aumentó con aumentos en el tamaño de la criba y fue mayor para la cebada que para las dietas de maíz. La diferencia en el diámetro medio geométrico entre las piensos originales y los residuos medidos a intervalos de 2 h disminuyó a medida que el experimento avanzaba (P <0,001 para la interacción). La proteína bruta, la ceniza y el Ca se concentraron en la fracción gruesa de los piensos originales y del pienso sobrante, siendo los efectos más pronunciados para los minerales. Independientemente del grosor del tamiz del pienso, el contenido de cenizas y Ca fue mayor en el pienso no consumido (sobrante) a las 14.00 h p.m que en los piensos originales. Las gallinas mostraron una clara preferencia por las partículas groseras independientemente de la concentración de proteína bruta, ceniza o Ca en las diferentes fracciones de los piensos. Los datos mostraron que las gallinas consumen menos Ca durante la mañana, un período en el que los requisitos para la deposición mineral son bajos. En resumen, las gallinas mostraron una preferencia significativa por las partículas más gruesas, un efecto que fue más evidente cuando los cereales fueron molidos groseros. Sin embargo, las gallinas no mostraron ninguna preferencia por consumir aquellas fracciones de pienso con mayores contenidos de proteína bruta, cenizas o Ca.