Diseño y evaluación de un programa de musicoterapia con personas mayores

  1. GONZÁLEZ OJEA, MARÍA JOSÉ
Dirigida por:
  1. Margarita R. Pino Juste Director/a

Universidad de defensa: Universidade de Vigo

Fecha de defensa: 27 de noviembre de 2020

Tribunal:
  1. Isabel Cantón Mayo Presidenta
  2. Tomás Sola Martínez Secretario/a
  3. Iago Portela Pino Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

El colectivo de personas mayores suele padecer alguna enfermedad crónica que influye en su calidad de vida; sin embargo, no existen muchos estudios que analicen sus necesidades de tal manera que nos permita implementar programas de intervención adecuadas a las mismas y así mejorar su calidad de vida. De ahí que el objetivo de esta tesis sea describir la situación funcional y cognitiva de un grupo de personas mayores institucionalizadas y determinar su mejora en su autoestima, calidad de vida, sentido de la vida y depresión en aquellos que han sido sometidos a un programa de musicoterapia, así como su asociación con otras variables de identificación como el sexo, el nivel de estudios o su estado civil. La tesis de divide en dos apartados. En el primero se analiza el marco teórico y se describe el programa de intervención que es objeto de evaluación. En la segunda parte se describe el marco empírico siguiendo las fases típicas de un proceso investigador: planteamiento del problema, contexto de la investigación, objetivos, variables de estudio, el diseño de la investigación, resultados organizados en función de las variables descritas, discusión y conclusiones. También se añade un capítulo centrado en analizar las limitaciones del estudio y se detallan algunas líneas de investigación futuras. El estudio se completa con las referencias bibliográficas consultadas y la incorporación de un anexo con el instrumento utilizado en nuestro trabajo. El estudio se ha realizado desde un enfoque crítico mediante un método de investigación-acción participativo llevándose a cabo un diseño pre y post test, con un seguimiento de todo el proceso. Los instrumentos utilizados para evaluar cada una de las variables objeto de estudio han sido para la valoración funcional y cognitiva las escalas de Pheiffer y la escala Barthel, para la autoestima la escala Rosemberg en su versión española para población clínica de Vásquez, Jiménez y Vásquez-Morejón (2004), para la Calidad de Vida el WHOQOL-BREF, para el sentido de vida la escala PIL (Purpose-In-Life Test) en su versión española realizada por Noblejas de la Flor (1999) sobre el original de Crumbaugh y Maholick (1964), y para medir la depresión el “Inventario de depresión de Beck”, internacionalmente conocido por el acrónimo de su nombre original en inglés (Beck Depression Inventory, BDI). Además, se ha diseñado ad hoc un registro observacional para realizar el seguimiento controlado de cada una de las sesiones. Entre las conclusiones más importantes podemos señalar que la mayoría de los residentes son mujeres, como es habitual, ya que el número de mujeres mayores de 65 años es mayor que el de hombres. El nivel de estudios es muy bajo y solamente el 10 % supera los estudios medios. Más de la mitad de los residentes no tiene hijos, lo que se corresponde con el porcentaje de solteros de la muestra analizada. Dado que es una residencia geriátrica situada en una comarca eminentemente rural la profesión ejercida por las mujeres es ama de casa y los hombres han trabajado en el sector servicios o en la agricultura. Con respecto a su situación física y psicológica nos encontramos que la mayoría de los residentes tiene muy mermadas sus facultades físicas, sin embargo, el deterioro cognitivo no es muy elevado. Y no existen diferencias en función del sexo, edad, ni en función de si tienen o no hijos, o con respecto al nivel de estudios. La autoestima de las personas mayores que participaron en el programa es media y no hay diferencias con respecto al sexo, ni al estado civil, ni si han tenido o no descendencia o con respecto al nivel de estudios. Pero sí hay diferencias con respecto a la profesión realizada, de tal manera que aquellos que se han dedicado al sector servicios tienen mayor autoestima que los que se han dedicado a la agricultura, aunque después de implementado el programa esta diferencia desaparece. Con respecto al sentido de vida no existen diferencias con respecto al sexo, ni al estado civil ni si hay tenido o no hijos, ni con el nivel de estudios o con respecto a la profesión ejercida. Pero sí existen diferencias con respecto al nivel de estudios de tal forma que aquellas personas que tienen un nivel de estudios superior tienen un mayor sentido de la vida en lo que respecta a la percepción del sentido y en el factor metas y tareas. Si nos referimos al constructo depresión hemos podido comprobar que el nivel de depresión es mínimo en el grupo participante en el programa y no existen diferencias significativas con respecto al sexo. Sin embargo, aunque antes del programa no se detectaban diferencias con respecto al estado civil éstas si aparecen una vez implementado el programa. Las personas casadas tienen mayor puntuación en el factor somático-motivacional. También las personas con hijos tienen mayor puntuación en la escala después de realizado el programa. Ello puede deberse al abandono que sienten. Si nos centramos en el análisis de la variable calidad de vida no existen diferencias en la calidad de vida con respecto a la variable profesión ejercida, pero sí detectamos diferencias con respecto a la salud física en las demás variables. Los hombres, los solteros y los que no han tenido hijos obtienen mayores puntuaciones en salud física. En los demás factores no hay diferencias. Y la salud psicológica y ambiente es mayor cuanto mayor es el nivel de estudios. En relación a la eficacia del programa el impacto del mismo es escaso si tenemos en cuenta solo los datos cuantitativos de cada variable. Si analizamos los registros observacionales sí existen modificaciones positivas en la mayoría de los participantes. Esto puede deberse a que se les daba información en cada sesión a los participantes, lo cual les hacía conscientes de su capacidad de mejora en cada variable, lo que les permitía valorar su situación de forma más realista a medida que se implementaba el programa. Esa concienciación de los participantes hacía que mejorase su implicación en las tareas que se realizaban y que la monitora registrase una mejora que, sin embargo, ellos no percibían. En función de estos datos sería importante aumentar los programas de intervención con diferentes terapias basadas en el arte, en concreto la musicoterapia, con personas mayores institucionalizadas.