Arte rupestre paleolíticoorganización espacial y programa decorativo en las cavidades de la región cantábrica. (Cueva de La Meaza, Cueva de La Clotilde, Cueva de Santián, Cueva de Las Monedas ...)

  1. González García, Reynaldo
Dirigida por:
  1. Federico Bernaldo de Quirós Guidotti Director

Universidad de defensa: Universitat de Barcelona

Año de defensa: 1997

Tribunal:
  1. José Alfonso Moure Romanillo Presidente/a
  2. Isidro Valles Rovira Secretario/a
  3. José Luis Sanchidrián Torti Vocal
  4. Josep Maria Fullola Pericot Vocal
  5. Victoria Cabrera Valdés Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 57863 DIALNET lock_openTDX editor

Resumen

Tradicionalmente los estudios sobre el arte parietal paleolítico han sido llevados a cabo desde disciplinas o métodos ajenos por tradición a lo que sería estrictamente la historia del arte más clásica y tradicional. Ello es debido tanto a la escasa atención -en términos generales- de dicha disciplina por las manifestaciones artísticas del período, como a un cierto desinterés -que todo hay que decirlo- por lo que aquélla pudiera aportar al campo de la prehistoria.En este contexto se enmarca la presente tesis. Por una parte se ha desarrollado una metodología original pero gestada en los marcos conceptuales de la historia del arte. Por otra, se ha aplicado la citada metodología a un grupo de creaciones artísticas que pertenecen cronológicamente al paleolítico superior, y que normalmente han sido tratadas con métodos de análisis distintos. Estamos, pues, en definitiva, delante de un trabajo de prehistoria que ha sido realizado bajo parámetros generados a partir de la historia del arte.Al plantearse un trabajo de este tipo era obligada una delimitación precisa de los objetivos a conseguir y, en buena lógica, era necesaria la elaboración de un método y una terminología originales que fueran acordes con dichos objetivos. El propósito original del estudio ha sido el análisis de la distribución espacial de las figuras parietales paleolíticas, con el fin último de poder comprobar -como así ha sido-, la existencia de una organización espacial y de un fenómeno más elaborado que hemos denominado como programa decorativo.Ambas denominaciones identifican dos niveles distintos pero complementarios de una actitud por la cual el espacio interior de una cavidad es utilizado para el emplazamiento de las imágenes paleolíticas de una forma no aleatoria ni indiscriminada. Es decir, tanto la organización espacial como el programa decorativo representan dos estadios diferentes de una manera de disponer las figuras parietales por la caverna, que se basa en una tradición iconográfica común y en la asunción, por parte de sus decoradores, de la morfología física del interior de la caverna.La organización espacial es el nivel menos elaborado y relaciona la presencia, tipo y técnica de realización de las figuras parietales con zonas o partes de la cavidad con alguna entidad espacial significativa. Por su parte el programa decorativo organiza el espacio de la caverna en base a una jerarquía de valores que se traduce y plasma en una especialización de las figuras que han de aparecer en un lugar u otro de un recorrido subterráneo; siempre en función de las características internas de la cueva, no de una distribución preconcebida.La unidad base tanto de la organización espacial como del programa decorativo, es el panel o soporte parietal, que es el responsable de la relación de las figuras con el espacio interior de la cueva. Uno de nuestros objetivos básicos ha sido delimitar el propio concepto de panel y otorgarle unas categorizaciones que pudieran expresar la citada relación, de forma que ésta pudiera ser entendible y por ende analizada.Dichas categorizaciones, panel no activo, activo y no determinable, han puesto de relieve la existencia de unas tendencias bastante estandarizables en las cuevas estudiadas, que relacionan tipos de figuras concretos, así como su técnica de realización, acabado y tamaño, con paneles de categorización también concreta y determinada.El panel es asimismo el eje sobre el que se articula la jerarquía espacial de la cavidad a efectos decorativos. Dicha jerarquía se plantea a través de la existencia de una tipología de paneles, principales, de acceso o flanqueo, de cierre y marginales, que tienden a disponer de una categorización precisa y de unas figuras que les son propias. Estas imágenes, además, disfrutan en términos generales de una técnica de realización y de un acabado que están también en correspondencia con el tipo de panel que ocupan.La existencia de programas decorativos en las cavidades con manifestaciones artísticas paleolíticas ha determinado la posibilidad de plantear una aproximación cronológica a los citados programas, convirtiéndose éste en otro de los objetivos -no el primordial- de este trabajo. Para ello ha sido necesario cotejar las dataciones radiométricas de las figuras parietales obtenidas hasta la fecha en la cornisa cantábrica y las seriaciones paleoclimáticas de la misma zona, con los distintos tipos de programas que nuestros análisis han evidenciado en las diferentes cavidades de este trabajo.El resultado de estas correspondencias ha permitido establecer una secuencia cronológica organizada en cuatro períodos, que a su vez se subdividen en distintas fases, y que se desarrollaría, a grandes rasgos, entre el 16500 y el 10800 (8P), durante el Magdaleniense Cantábrico. Señalar que este sistema cronológico no presupone la inexistencia de manifestaciones artísticas anteriores, tal como es el caso de alguno de los ejemplos analizados (concretamente la serie de manos negativas de la cueva del Castillo), como tampoco lleva implícita ninguna idea de evolución o cambio estilístico en lo que sería la línea tradicional interpretativa del arte paleolítico.