Modelos discursivos mass-mediáticos en la narrativa de Manuel Puig

  1. CARMONA RODRÍGUEZ, JOAQUÍN
Dirigida por:
  1. Antonio Chicharro Chamorro Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Granada

Fecha de defensa: 25 de septiembre de 2015

Tribunal:
  1. Antonio Sánchez Trigueros Presidente/a
  2. Francisco Linares Alés Secretario/a
  3. Natalia Álvarez Méndez Vocal
  4. Francisco Álamo Felices Vocal
  5. José Enrique Martínez Fernández Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

No cabe duda de que los medios de comunicación, a lo largo de la historia, han constituido una parte esencial de los procesos integrantes de las sociedades, en tanto que sus aportaciones han presentado ¿¿en mayor o menor medida y en diferentes grados¿¿interpretaciones de la realidad desde las cuales los individuos que han conformado esos grupos sociales han desarrollado y compartido las concepciones subjetivas de los mismos. La actual sociedad de masas, únicamente posible a través de una industrialización a gran escala, ofrece un ingente radio de alcance tal que sus efectos no inciden ya en grupos específicos, sino en un ilimitado círculo de receptores ubicados en emplazamientos socioculturales diversos. El sintagma mass media, básicamente, es utilizado para designar las comunicaciones dirigidas a una masa de individuos. Considerando la sociedad como un sistema de significados compartidos en estrecha vinculación con los símbolos de un lenguaje, resulta evidente que la interacción de los individuos en la construcción de esos significados conlleva una interpretación de la realidad socialmente determinada. El debate sobre las implicaciones sociales y la categoría estética de los contenidos artísticos producidos en este universo de las comunicaciones de masas continúa aún hoy candente, con encendidas posturas en diferentes bandos. Manuel Puig ¿¿cuya novelística ha sido tradicionalmente estudiada como un simulacro crítico o simplemente paródico de los discursos estéticos e ideológicos promovidos por las instancias generadoras de productos (pseudo)artísticos mass-mediáticos¿¿, consigue concentrar y evidenciar en su literatura la repercusión, las singularidades y las discordancias características de estas manifestaciones a través de una amplificación de su propio espacio discursivo, en el cual lleva a cabo una confrontación de textos procedentes de la matriz sistémica que rige estas comunicaciones. Siguiendo las coordenadas de la llamada investigación sociocrítica ¿¿que a diferencia de la sociología de la literatura tradicional asume como campo de estudio la estructuración interna de los textos, su modo de funcionamiento y la concurrencia en ellos de múltiples discursos enfrentados¿¿ he rastreado en este trabajo el origen socioideológico de las formas que constituyen el discurso literario de Puig. Desde el convencimiento de que todo texto literario germina en el conflicto entre prácticas discursivas contradictorias que remiten a problemas esenciales de la sociedad en que surge, y de que los fundamentos de ese enfrentamiento constituyen el núcleo articulador sobre el que el texto distribuye sus estructuras en diferentes niveles, he tratado de descubrir el funcionamiento textual de su obra narrativa. Para ello he analizado el modo en que los discursos sociales integrados en la misma, formulados de muy diferentes maneras, determinan su configuración y por ello emergen constantemente en su superficie. He procurado desvelar ¿¿en principio desde lo social hacia lo textual, pero después operando a la inversa en una correlación de direcciones¿¿ las unidades discursivas tomadas de los modelos mass-mediáticos, responsables de la creación de sentido, y he intentado clarificar las líneas de tensión alrededor de las que se organiza la textualidad y sobre las cuales se instauran esa polisemia y esa separación respecto a la realidad referencial que hacen de la obra de Manuel Puig un lugar privilegiado para el estudio de los conflictos sustanciales de una sociedad tenida en cuenta en un momento concreto del proceso histórico. Con este estudio de la novelística de Puig desde estos supuestos he pretendido constatar que el acaparamiento que el autor hace de los discursos mass-mediáticos relegados del canon estético de la considerada alta cultura no persigue una mera intención caricaturesca, ridiculizadora o tan siquiera crítica de la alienación contemporánea, sino que el fin de la ulterior recodificación que el autor lleva a cabo con esos materiales es la problematización del individuo y su identidad frente a las prácticas sociodiscursivas hegemónicas que las circunstancias históricas le han hecho vivir. Porque la idea de que la cultura de masas transmitida por los mass media ejerce per se una función alienante conducente al control de la conciencia del individuo ¿pese a que la masificación cultural suponga un hecho histórico, con todos los efectos que en este trabajo señalo¿ no es el sustrato ideológico que define la obra de Puig. Lo que el autor argentino lleva a cabo en su obra no es una simple denuncia, ni una parodia, sino la mostración de que la influencia de los medios no remite tan sólo a la fuerza de su persistencia o su radio de acción, sino también a las expectativas de sus receptores, dado que los participantes comunicativos pueden asignar a los comunicados mass-mediáticos diferentes niveles de estructuración, dependiendo de las distintas relaciones internas y externas que dichos receptores establezcan con esos medios. Su apropiación del lenguaje prefabricado de los mass media, tradicionalmente estudiada como una drástica división entre el mundo real y el mundo de la fantasía que estos medios han imbuido a la colectividad, no responde como se ha querido ver a la denuncia de la presuntamente nociva influencia de estos medios, sino más bien, como he tratado de explicar a lo largo de esta investigación, a la intención de un trabajo de interacción entre dos visiones del concepto de cultura diametralmente opuestas para muchos. Y de esta manera espero, desde la convicción sociocrítica de que todo modelo léxico y semántico remite a una estructura social concreta, y de que tanto los estímulos individuales como los colectivos corresponden a unas circunstancias históricas determinadas, haber arrojado una nueva luz al estudio de la obra de Manuel Puig. Una obra que si se desliza hacia los discursos y los lenguajes secundarios o destituidos no lo hace por remedo, caricatura o delación, como de tantos estudios sobre ella se desprende, sino por un afán de revocación de las barreras míticas, simbólicas, genéricas, políticas y culturales que impiden al individuo disfrutar libremente de sus múltiples posibles identidades, de sus intuiciones y, por qué no, de sus automatismos, si acaso eso también ha de proporcionarle felicidad.