Contribución a la puesta en valor del patrimonio etnológico del Valle de Gistain
- PEREZ SOLER, PEDRO JESUS
- María Elisa Sánchez Sanz Zuzendaria
Defentsa unibertsitatea: Universidad de Zaragoza
Fecha de defensa: 2010(e)ko maiatza-(a)k 28
- Carlos Gómez Bahillo Presidentea
- José Angel Bergua Amores Idazkaria
- Jorge Sánchez-Lafuente Pérez Kidea
- Jose Fidel Molina Luque Kidea
- Josefina Roma Riu Kidea
Mota: Tesia
Laburpena
El valle de Gistain, situado al norte de la provincia de Huesca, es uno de los más recónditos del Pirineo. Las deficientes comunicaciones con la zona prepirenaica, han determinado que la relación haya sido más intensa con las localidades situadas al sur de Francia, en los valles de Aure y Louron, que con las ubicadas en los valles españoles más próximos. Estos contactos han influido en la adopción de pautas culturales compartidas que afectan a las construcciones, objetos de uso cotidiano, a la música, al dance e incluso a amplios sectores de la tradición oral, aspectos que por resultar desconocidos para los chistavinos, son poco valorados, hallándose en la actualidad en serio riesgo; las amenazas surgen de los sectores más diversos, desde los movimientos especulativos que atentan contra el medio natural hasta las tendencias globalizadoras que desvirtúan las particularidades de la población, minimizando sus señas de identidad e integrándolas en la masa, fácilmente manipulable y desprovista de pensamiento individual. La ganadería ha sido el medio de vida tradicional del valle, algunas tímidas iniciativas han tratado de promocionar un turismo estacional que, limitado a los meses veraniegos, no garantiza una fuente de ingresos suficiente para asegurar el mantenimiento de la actividad. Como fórmula para conciliar la preservación del patrimonio con actividades alternativas que complementen la actividad ganadera, propongo el fomento de un turismo cultural, no sujeto a la estacionalidad y que aprovechando buena parte de la infraestructura existente, pudiese atraer un mayor número de visitantes, al tiempo que prolongar la estancia de éstos en los centros hosteleros del valle. Para ello, sugiero la creación de un ecomuseo en el que el núcleo central podría ser el actual Museo Etnológico de San Juan de Plan, contando también con centros de interpretación periféricos, uno dedicado a la vida pastoril en la zona de bordas de San Mamés y otro a los glaciares pirenaicos en Viadós, frente al glaciar del Posets, uno de los pocos que quedan todavía en la península, aunque en la actualidad se encuentra en franca regresión. Con unos costes mínimos, dado su buen estado de conservación, sería factible rehabilitar los molinos de Gistain y San Juan de Plan, la serrería de Gistain y el telar de San Juan de Plan a fin de permitir su visita, integrándolos en las rutas culturales del ecomuseo. Un hallazgo casual cuando me encontraba en la localidad francesa de Cadéac Les Bains investigando las relaciones habituales entre los habitantes de ambas vertientes de la cordillera, me llevó a descubrir una variante del Camino de Santiago que desde 1562, a fin de evitar el arriesgado paso por el Bearn, arrasado por las guerras de religión entre católicos y protestantes, partiendo de Saint Bertrand de Comminges, ascendía por el valle de Aure, introduciéndose en España por dos puntos, el puerto de Ordiceto y el Puerto Viejo de Plan, atravesaba el valle de Gistain, saliendo del mismo por el Collado de San Miguel, por donde se alcanzaba el valle del Cinca y por trayectos hoy desconocidos, empalmaba en Jaca con el camino clásico. Los chistavinos no son conocedores de este hecho ni de que durante más de 400 años, los peregrinos hubiesen realizado este recorrido, perdiéndose por tanto la posibilidad de promoción que este hecho hubiese originado. Los actuales caminantes que realizan esta ruta en la actualidad, evitan el valle de Gistain (también ellos ignoran la continuidad del recorrido) y en numerosas ocasiones, toman autobuses para realizar una visita al templo de El Pilar en Zaragoza, desde donde se dirigen a Jaca para continuar con su particular peregrinación. Sacar a la luz este hecho, puede significar una importante promoción turística del valle, por lo que entre mis propuestas, incluyo la apertura de un Centro de Interpretación del Camino de Santiago, en el que, además de en las parroquias, pudiese obtenerse el sello para el carnet de peregrino. Analizo también en esta tesis las amenazas a que se ha visto sometido el medio natural, desde el proyecto, actualmente paralizado pero no descartado, de una línea eléctrica de alta tensión, que atraviesa algunas de las zonas más bellas del Parque Natural Posets-Maladeta, hasta el proyecto de apertura de una estación de esquí, de cuya planificación dependería la desaparición de una de las zonas menos contaminadas del Pirineo, sin olvidar algunas actuaciones medioambientales irreflexivas, como la apertura de pistas o la creación de minicentrales, que han hecho peligrar algunos frágiles ecosistemas difícilmente recuperables.