Sistemas alternativos de producción de carne de vacuno en extensivo con razas autóctonas asturianas
- Román Trufero, Alicia
- R. Celaya Aguirre Director
- Koldo Osoro Otaduy Co-director
Universidade de defensa: Universidad de León
Fecha de defensa: 02 de outubro de 2018
- Ricardo Revilla Delgado Presidente/a
- Ángel Ruiz Mantecón Secretario/a
- Nerea Mandaluniz Astigarraga Vogal
Tipo: Tese
Resumo
Esta Tesis Doctoral plantea distintos sistemas alternativos a los convencionales para la producción de vacuno en extensivo. Como primera alternativa, estudiamos la producción de cebón de las dos razas autóctonas asturianas, Asturiana de los Valles (AV) y Asturiana de la Montaña (AM), comparando dos manejos, uno en el que los cebones añojos pastaban en puertos de montaña durante el verano, y otro en el que los cebones permanecían pastando en praderas de valle. Los pastos de montaña (a 1600-1800 m s.n.m.) en su mayor parte (70% de la superficie) consistían en pastos herbáceos dominados por Festuca rubra y Agrostis capillaris, siendo el resto matorrales de brecina (Calluna vulgaris) con arándano (Vaccinium myrtillus) junto con piornales de Genista florida. Las praderas de valle (a 65 m s.n.m.) eran sembradas con raigrás inglés (Lolium perenne) y trébol blanco (Trifolium repens). Utilizamos un total de 83 terneros nacidos en la paridera de invierno de cuatro años, desde 2010 a 2013, y que eran castrados cuando tenían alrededor de un año de edad. Los cebones se sacrificaban cuando tenían unos 33 meses. En general, las ganancias de peso fueron mayores para los cebones AV que para los AM. Sin embargo, durante el verano de su segundo año de vida, cuando se establecían los dos manejos, en los pastos de montaña los AV presentaron menores ganancias de peso que los AM (133 vs. 252 g/día), al contrario que en las praderas de valle, lo que resultó en una interacción genotipo x ambiente. En el puerto además, comparamos la conducta de pastoreo mediante controles visuales y la selección de dieta mediante la técnica de los n-alcanos (marcadores fecales) de ambas razas en julio y en septiembre de dos años. El tiempo de pastoreo de los cebones añojos aumenta de julio a septiembre (488 vs. 557 min/día) como adaptación a la disminución en la disponibilidad de pasto herbáceo. Aunque ambas razas tienen preferencia por el pasto herbáceo, los cebones de raza AM pastaron sobre los brezales en mayor proporción que los AV (21,5 vs. 12,5%). Sin embargo, estas diferencias en la selección de las comunidades vegetales no se reflejaron en diferencias en la composición de dieta entre las dos razas. Los cebones seleccionaron sobre todo las herbáceas (71-89%), mientras que entre las leñosas, el porcentaje de arándano en la dieta era mayor (10-21%) que el de brecina (2-8%), aumentando el porcentaje de ambas especies de julio a septiembre. Durante la segunda mitad del verano, cuando la disponibilidad de pasto herbáceo era muy baja, las ganancias de peso disminuyeron hasta el punto en el que los cebones AV perdían peso (120 vs. -12 g/día). Una vez que bajaban de puerto, los cebones mostraron un crecimiento compensatorio, alcanzando pesos similares a los cebones que permanecían en valles. En la fase de acabado, de 3-4 meses de duración, no se observaron diferencias en las ganancias de peso entre manejos o razas. El peso final al sacrificio resultó mayor en los cebones AV que en los AM (714 vs. 616 kg), al igual que el peso y el rendimiento de la canal, mientras que no se observaron diferencias entre los manejos salvo en el rendimientos de la canal, que mostró valores medios ligeramente superiores en los cebones manejados en praderas de valle. La segunda alternativa planteada es la del cebo de terneros en régimen semi-extensivo, comparando un sistema ecológico con uno convencional. Se utilizaron 67 terneros de raza AV nacidos en la paridera de invierno durante tres ciclos productivos, cada uno consistiendo en un pastoreo de otoño, tras el destete, invernada, pastoreo de primavera y acabado previo al sacrificio. Se establecieron tres repeticiones por tratamiento, distribuyendo a los animales en 6 parcelas de 1,6 ha con praderas de raigrás inglés y trébol blanco, y manejando lotes de 4-5 animales por parcela. Las parcelas del manejo convencional se abonaron con fertilizantes sintéticos (NPK), mientras que en las de ecológico se utilizó estiércol. No hubo diferencias entre tratamientos en los rendimientos individuales de los terneros, siendo las ganancias medias de 846, 786 y 1.381 g/día en el pastoreo de otoño, invernada y pastoreo de primavera, respectivamente. En las parcelas tratadas con fertilizantes sintéticos la producción de hierba en primavera era mayor, permitiendo manejar una mayor carga ganadera que en los pastos ecológicos (4,22 vs. 3,05 animales/ha). Esto se tradujo en mayores ganancias diarias de peso por superficie de los terneros manejados en convencional que en ecológico (5,62 vs. 4,27 kg/ha/día), y por tanto en una mayor producción animal por superficie al final del pastoreo de primavera en convencional que en ecológico (2.183 vs. 1.606 kg/ha). En la fase de acabado, dentro del manejo en ecológico se compararon tres tipos de alimentación: pastoreo, ensilado de hierba y ensilado de maíz, suplementados todos ellos con concentrado ecológico. El acabado convencional consistía en una alimentación a base de concentrado ad libitum y paja de cereal. Las mayores ganancias de peso en este periodo las obtuvieron los añojos del tratamiento convencional (1.340 g/día). Las ganancias de peso para los distintos acabados en ecológico fueron menores que en convencional, si bien es verdad que el acabado con ensilado de maíz conseguía ganancias (1.116 g/día) cercanas a las alcanzadas en convencional y superiores a las obtenidas en pastoreo (753 g/día) o con ensilado de hierba (664 g/día). Tras el sacrificio, se realizaron mediciones en la canal y disecciones para estudiar la composición. Aunque no había diferencias en el peso ni en la conformación de la canal debidas a los distintos tratamientos, la disección de la 6ª costilla reveló mayores porcentajes de grasa en los tratamientos convencional y de ensilado de maíz respecto a los de ensilado de hierba y pastoreo (10,2% vs. 7,5%).