Estudio de la transferencia de lípidos de las células inmunes al tejido muscular esquelético

Laburpena

El estudio se centra en una premisa en la que se justifica que realmente no todos los lipidos son perjudiciales a nuestro organismo, sino que algunos son extremadamente beneficiosos (contra la idea generalmente extendida de que los lípidos son componentes no imprescindibles y hasta incluso perjudiciales). Una vez establecido el papel desempeñado por los ácidos grasos en el organismo y su capacidad de incorporación y transferencia entre células y dado que no hay descritos en la literatura trabajos que demuestren el fenómeno de transferencia de los lípidos de las células del sistema inmune para el tejido muscular esquelético, el trabajo se ha planteado con la idea de investigar esta posibilidad, para lo que se utilizaron ácidos grasos marcados radiactivamente (oléico, linoléico, araquidónico y palmítico) con la finalidad de caracterizar el fenómeno de su transferencia, y tomando en consideración el número de dobles enlaces en la cadena carbonada. La metodología empleada se basó en la utilización de ácidos grasos marcados que fueron incorporados, por incubación en condiciones predeterminadas, a linfocitos procedentes de ratas de 3-4 meses de edad. Posteriormente dichos linfocitos fueron cultivados junto con músculo esquelético (m. Soleo) procedente de ratas control y de ratas con patologías (ratas diabéticas y ratas portadoras de un tumor de Walker-256), observándose que la capacidad planteada por otros autores en cuanto a la capacidad de transferencia de los ácidos grasos a distintos tipos de tejidos corporales, también se ha confirmado en el músculo esquelético lo que supone un importante método de suministro de sustrato para el metabolismo muscular en determinadas situaciones com en el caso de requerimientos elevados durante el ejercicio de mayor o menor intensidad. Como resultados más relevantes obtenidos peuden señalarse que el ácido graso más ampliamente transferido al músculo esquelético fue el á