Balance npk (suelo-planta) en una fertilización pratense de larga duración

  1. ALVARENGA SERAFINI, JORGE DARÍO
Dirigida por:
  1. Alfredo Calleja Suárez Director/a
  2. Ricardo García Navarro Codirector

Universidad de defensa: Universidad de León

Fecha de defensa: 08 de julio de 2009

Tribunal:
  1. Jesús Salvador González Álvarez Presidente
  2. Carmen Valdés Solís Secretaria
  3. María Paz Lavín González Vocal
  4. Carlos Ferrer Benimeli Vocal
  5. Olivia Barrantes Díaz Vocal
Departamento:
  1. PRODUCCIÓN ANIMAL

Tipo: Tesis

Teseo: 272203 DIALNET

Resumen

Se pretende conocer, a lo largo de un año natural, la evolución en la composición botánica y en ciertos parámetros edáficos, la evolución que ha podido tener un prado de regadío de montaña de León sometido a una fertilización durante 28 años con 64 tratamientos distintos de todas las combinaciones de tres elementos fertilizantes (N, P y K), y cuatro dosis. Durante el año que se comentaba anteriormente, se tomaron por cuatro veces muestras de suelo en periodos establecido por el sistema de manejo que se sometía al prado, antes de la aplicación de los fertilizantes, y una vez más después de cada una de las siegas realizadas, de esta forma se podía apreciar el balance mineral en cada una de las parcelas del experimento y así comprobar la idoneidad o no de las dosis de los tratamientos que se aplicaban. Paralelamente, en el momento de cada una de las siegas, se tomaron muestras de material vegetal para, en primer lugar, comprobar la evolución sufrida por la vegetación que se encontraba en el prado antes de la implantación del ensayo tanto en cuanto a la cantidad de biomasa recolectadas, como a los cambios acaecidos en la composición botánica así como, una vez analizado los contenidos en nitrógeno, fósforo y potasio en cada una de las parcelas, ver los balances minerales entre las entradas de elementos (N-P-K) y salidas de los mismos. Con relación al efecto de la fertilización sobre el balance mineral del suelo, la aplicación de nitrógeno en solitario es inapropiada al existir un alto contenido de este elemento en el suelo de forma natural. Para evitar un acumulo de P en el suelo y asimismo un riesgo de pérdida de este elemento, su aplicación debe de hacerse en dosis menores a 80 kg ha-1 año-1 de P2O5, al ser la vegetación incapaz de extraer dosis mayores. El uso del potasio en dosis superiores a 120 kg ha-1 año-1 de K2O también es desaconsejable por ser antieconómico al producirse un aumento en el consumo de este elemento sin que ocurra un mayor beneficio para la planta, y sin encontrar un efecto residual en el suelo. Respecto a la vegetación, la ausencia de fertilización da un menor rendimiento pero una mayor diversidad de especies. El uso de nitrógeno en solitario empeora la calidad del heno, haciendo que disminuya el trébol blanco en beneficio de las gramíneas (en especial las de peor calidad). Además este elemento no es un factor limitante para la obtención buenos rendimientos. Al incluir fósforo o potasio a la fertilización nitrogenada, ya sean solos o combinados (NP; NK; NPK) se incrementa la calidad del prado (aumentan las gramíneas de mejor calidad). El fósforo es el elemento fundamental para obtener buenos rendimientos así como diversidad. No obstante tiene efectos negativos con especies de gran importancia forrajera como es el trébol violeta. El aporte de potasio presenta una moderada respuesta productiva y hace descender el grupo de otras plantas. La aplicación conjunta de fósforo y potasio mejora a la aplicación aislada de cada uno, al aumentar la calidad del forraje con una mayor proporción de leguminosas y de buenas gramíneas.