Aplicación de la imagenología a la clínica del aparato urogenital canino
- BOBIS VILLAGRA, DIEGO
- Juan Carlos Domínguez Fernández de Tejerina Directeur
- Jesús Sánchez García Directeur
- Lorena Millán Varela Directeur/trice
Université de défendre: Universidad de León
Fecha de defensa: 27 septembre 2017
- Alicia E. Serantes Gómez President
- Marta Regueiro Purriños Secrétaire
- Joaquín Sánchez Valle Rapporteur
Type: Thèses
Résumé
Con el transcurso de los años, las mascotas, cada vez más, van adquiriendo la consideración de miembros, casi de pleno derecho, de la familia; en consecuencia, los mayores cuidados de que disfrutan, junto con la evolución de la medicina veterinaria, están haciendo que esos “nuevos miembros de la familia”, vivan más tiempo, alcanzando edades antes impensables; el problema que se deriva de esta nueva situación reside en que estos nuevos ancianos necesitan unos cuidados muy específicos y están más predispuestos a padecer enfermedades crónicas, por lo que la ciencia veterinaria se está viendo obligada a llevar a cabo más estudios y nuevos avances diagnósticos y terapéuticos, tanto a nivel físico como de laboratorio, para estos pacientes geriátricos, tanto en el caso de la especie felina como de la canina, con el fin de proporcionarles la mejor calidad y el mayor tiempo de vida posibles. Las técnicas de diagnóstico por imagen, en especial los distintos modos de ecografía, junto con los marcadores de la función renal, como SDMA, creatinina y urea, y la valoración específica de ciertos parámetros de la orina, como UPC y densidad urinaria, actualmente, nos permiten observar, identificar y clasificar, tanto los pequeños cambios en la función renal, como las grandes alteraciones que podría suponer el padecimiento, por parte de un animal, de una enfermedad renal, ya sea incipiente o avanzada. En este trabajo de tesis doctoral, hemos utilizado 40 ejemplares caninos, de diferentes razas, sexos y tamaños, a los que dividimos en 2 grupos, uno de adultos, de entre uno y 6 años, y otro de geriátricos, mayores de 7 años, unos clientes del Hospital Veterinario de la Universidad de León y otros derivados del Centro Veterinario Cabo Peñas de Candás, Asturias. Para el estudio se han utilizado un total de 40 estudios ecográficos completos del aparato urogenital, tanto en modo B como en Doppler, y 40 estudios analíticos laboratoriales completos, referidos al perfil renal, con sus 40 urianálisis correspondientes. A la vista de los resultados obtenidos, hemos comprobado que los diferentes medios que hemos utilizado para diagnosticar precozmente la enfermedad renal crónica, lejos de competir entre sí, son complementarios, por lo que todos ellos son necesarios para el desarrollo de la práctica clínica actual, gracias a las virtudes y características que aporta cada uno de ellos y a que ninguno de ellos es capaz, por sí solo, de documentar completa y precozmente los procesos del aparato urogenital. La SDMA, por su parte, de todos los valores estudiados, se muestra como el más práctico y precoz, a la hora de diagnosticar la enfermedad renal; además, se complementa a la perfección con el resto de pruebas, para el desarrollo de una práctica clínica eficiente, sencilla y rápida, a la hora de diagnosticar los procesos renales, así como de evaluar su desarrollo con el fin de colaborar en ponerles freno. A lo largo de este trabajo, hemos podido constatar la significativa relación estadística existente entre variables como la edad y el peso, y los diferentes valores obtenidos mediante ecografía, tanto en modo B como Doppler, y a través de los análisis sanguíneos y urinarios. En relación con la edad de los animales, encontramos diferencias significativas entre los grupos, en cuanto a las medidas ecográficas de la pelvis renal y al valor de la densidad urinaria, lo que obliga a tener en cuenta la edad de estos pacientes, a la hora de valorar si ciertos resultados son normales dependiendo de la edad, o si son anómalos y demuestran o anticipan la inminente aparición de una enfermedad del aparato urogenital. En cuanto al diagnóstico ecográfico, encontramos una relación de los índices de resistencia y pulsatilidad con el tamaño de la corteza renal; así como de la longitud renal con el valor del índice de resistencia en el riñón derecho; por otro lado, estos índices no mostraron ninguna relación estadística con los valores obtenidos de los análisis sanguíneos y de los urianálisis realizados, cuestión que difiere de otros estudios y que nos hace pensar que, en nuestro caso, no se encontraron correlaciones debido a que todos los animales eran sanos; puesto que es en los enfermos en los que, hasta ahora, se han establecido esas relaciones. Por todo lo anteriormente expuesto, pensamos que es necesario profundizar en la investigación con este mismo patrón de estudio, incluyendo un mayor número de animales de los mismos grupos de edad e incluyendo también pacientes enfermos, con el fin de valorar si existen o no esas relaciones, y de elaborar un tabla de valores con la que predecir y evaluar el desarrollo de la enfermedad renal crónica.