Dispersión natal y estructura de la población de águila-azor perdicera Hieraaetus fasciatus en la Península Ibérica

Laburpena

Se aborda el estudio de la estructura de la población de águila-azor perdicera hieraaetus fasciatus en la Península Ibérica, una especie de ave de presa catalogada como en peligro en España y Europa. Se investiga si, a la escala peninsular, la población puede ser considerada como un todo o como diversos núcleos aislados o interconectados a través del flujo de individuos. Para ello se ha analizado el proceso de dispersión natal, es decir, el período comprendido entre el abandono del territorio paterno y el asentamiento para criar, en juveniles marcados por satélites a lo largo del extremo oriental de España y cuyos movimientos se han desarrollado por buen parte del territorio peninsular. Además, se ha analizado la diversidad genética contenida en secuencias de ADN mitocondrial y se ha explorado la existencia de una posible estructuración genética de las poblaciones peninsulares. El proceso de dispersión natal consta de tres etapas (emigración, transferencia e inmigración) sobre las cuales se ha recabado información. Se ha determinado como método más adecuado para detectar el abandono del territorio paterno (emigración) uno basado en la distribución de las localizaciones y en vectores. Se ha recabado también información relacionada con los movimientos y las áreas recorridas durante la fase de transferencia, destacando el hecho de que se seleccionan una serie de áreas de dispersión, incluidas en 11 Comunidades Autónomas, por la mayor eficiencia en la captura de presas y la ausencia de reproductores. Además, se ha registrado por primera vez en la especie un reclutamiento a la población reproductora (inmigración), constatándose una distancia de dispersión natal de 440 km, que evidencia una conexión entre áreas, la ausencia de filopatría obligada en la especie y la existencia de flujo génico. En el estudio genético, el análisis de secuencias no codificantes de AND mitocondrial (región control) reveló una baja diversidad genética