Geoestrategia del conocimientoanálisis del comportamiento estratégico para la obtención de parámetros de éxito organizacionales
- Obeso Becerra, María
- José María Sarabia Alegría Codirector/a
- María Sarabia Alegría Codirector/a
Universidad de defensa: Universidad de Cantabria
Fecha de defensa: 06 de octubre de 2011
- José Luis Fanjul Suárez Presidente
- Beatriz Blanco Rojo Secretario/a
- Margarita Alonso Martínez Vocal
- Elaine Philpott Vocal
- Juan Ventura Victoria Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
En la sociedad actual el conocimiento se ha convertido en un activo muy valioso, tanto para las organizaciones en general como para las personas en particular. En los últimos años han proliferado las investigaciones acerca de este tema (Kebede, 2010) y su popularidad es tal que incluso es conocida como sociedad del conocimiento, término popularizado por Taichi Sakaiya (1991) para dar respuesta al cambio que se ha producido en el mundo, pasando de una sociedad industrial a una sociedad donde la producción del conocimiento y su uso se presentan como pilar básico de sus actividades (Drucker, 1993; Nath, 2000; Kakabadse, Kouzmin y Kakabadse, 2001; Morrow, 2001; Oluic-Vukovic, 2001; Passerini, 2007; Kebede, 2010). El conocimiento es una capacidad humana (Nonaka y Takeuchi, 1995; Wiig, 1997; Jimes y Lucardie, 2003; Lindner y Wald, 2010), lo que significa que está estrechamente relacionado con los individuos. En este sentido, el conocimiento se encuentra estrechamente ligado a las organizaciones puesto que éstas están formadas por personas. Esta importancia incuestionable del conocimiento en la actualidad ha suscitado el interés de realizar un análisis de la gestión del conocimiento en las organizaciones desde un enfoque novedoso: los países. Los países también deben de gestionar el conocimiento, presente tanto en la mente de los individuos que lo conforman (Sharratt y Usoro, 2003) como en grandes y pequeñas empresas (Fletcher y Polychronakis, 2007). Por esta razón, se realiza un análisis empírico de los factores críticos a la hora de gestionar el conocimiento en un tipo de organización en particular: los países. Los objetivos que se pretenden alcanzar con este trabajo son los siguientes: (1) Obtener una visión completa de la gestión del conocimiento en la sociedad actual, identificando los hechos más relevantes, los aspectos críticos y aquellos problemas que pueden presentarse en su gestión. (2) Destacar la relación existente entre gestión del conocimiento y estrategia de las organizaciones, esencial a la hora de llevar a cabo actuaciones relacionadas con el conocimiento. (3) Enfocar la gestión del conocimiento desde una visión novedosa: los países como organizaciones. En este sentido, se introduce un concepto nuevo: geoestrategia del conocimiento, definiendo geoestrategia como el estudio de la influencia de la geografía en la estrategia . (4) Identificar a través de un análisis empírico los parámetros de éxito organizacionales en la gestión del conocimiento a través de un análisis factorial. De esta forma, se conocerán aquellos aspectos fundamentales que es necesario tener en cuenta a la hora de realizar este proceso. (5) Proporcionar a las organizaciones un soporte en la toma de decisiones estratégicas relacionadas con el conocimiento, de tal forma que se minimicen los riesgos y se incrementen las posibilidades de éxito de la organización. Esta tesis doctoral se divide en tres capítulos. En el primer capítulo se abordará una aproximación a la gestión del conocimiento de carácter general. El segundo capítulo estudia la importancia de estudiar los países como organizaciones a la hora de analizar la gestión del conocimiento. El tercer capítulo recoge el análisis empírico de la gestión del conocimiento de los países, describiendo asimismo los resultados obtenidos en la investigación. En el primer capítulo se pretende dar respuesta al primero de los objetivos, investigando la importancia de una adecuada gestión del conocimiento en las organizaciones en la sociedad actual a la hora de obtener ventajas competitivas sostenibles en el tiempo empresa (Nonaka y Takeuchi, 1995; Wiig, 1997; Davenport y Prusak, 1998; Drucker, 1998; Fusaro, 1998; Stewart, 1998; Barclay y Murray, 1999; Itzkin, 2000; Lahti y Beyerlein, 2000; Hlupic, Pouloudi y Rzevski, 2002; Sharratt y Usoro, 2003; Davel y Snyman, 2007; Chen, Huang y Cheng-u Chen, 2009; Joo y Lee, 2009; Mudambi y Swift, 2009; Paswan y Wittmann, 2009; Yang y Farn, 2009; Lee y Choi, 2010; Lindner y Wald, 2010; Ajmal, Helo y Kekäle, 2010; Anantatmula y Kanungo, 2010). Para ello, se analizará el concepto a partir de una exhaustiva revisión bibliográfica identificando, los distintos tipos de conocimientos que se pueden encontrar, su evolución, su relación con aspectos como el aprendizaje organizativo y la cultura y los modelos propuestos. Para finalizar con el estudio de la gestión del conocimiento, se ofrecen los problemas que se presentan a la hora de gestionar el mismo. En relación a esta cuestión se desarrollan las críticas expresadas a lo largo del tiempo: (1) El conocimiento tácito es difícil de gestionar (Nonaka y Takeuchi, 1995; Demarest, 1997; Prusak, 1998; Sveiby, 1999; Garner, 1999; Birkinshaw, 2001; Kasvi, Vartianinen y Hailikar, 2003). (2) El conocimiento en sí mismo no puede ser dirigido (Van Beveren, 2002; Wilson, 2002). (3) No existe un modelo concreto que permita gestionar de forma adecuada el conocimiento (Demarest, 1997; Choi y Jong, 2010). (4) No existe un método de evaluación adecuado que mida los efectos de las actividades que crean conocimiento (Demarest, 1997; Choi y Jong, 2010). (5) El hecho de que en una organización existan equipos de proyecto transitorios dificulta la forma de capturar y retener el conocimiento (Kotnour, 2000; Ajmal, Helo y Kekäle, 2010). (6) El uso de las tecnologías reduce la interacción entre personas, aspecto esencial para la creación de conocimiento (Birkinshaw, 2001). El segundo capítulo se dedica a dar respuesta a los objetivos segundo y tercero inicialmente planteados. Se relaciona la gestión del conocimiento con la estrategia de las organizaciones y el análisis se enfoca en una tipología concreta: los países como organizaciones. Para ello seguimos los pasos que se detallan a continuación: en primer lugar, puesto que esta investigación se centra en el campo de las organizaciones, se ofrece una aproximación a este concepto. Las organizaciones se encuentran presentes en la vida cotidiana de las personas, quienes trabajan en ellas, consumen sus productos, pasean por su escaparates y leen las noticias que sobre ellas se escribe (Gabriel, Fineman y Sims, 2000), por lo que se podría describir la vida de las personas como una continua relación con las organizaciones (Tauski, 1979). Esta presencia destaca la importancia y el interés que despierta este campo en el área académico, y justifica el estudio realizado. En este sentido, los países son grandes organizaciones porque cumplen las características básicas de los mismos: los países persiguen objetivos específicos (Gouldner, 1959; Scout y Etzioni, 1983; Daft, 1983; Statt, 1991; Buchanan y Huczynski, 2004; McLean, 2005), están compuestos por personas con sentimiento de pertenencia a los mismos (March y Simon, 1958; Scout y Etzioni, 1983; Statt, 1991; Greenberg y Baron, 1995; Mullins, 2005; Younglove, 2006; Guija-Espinoza, 2009), interactúan con el entorno (Lawrence y Lorsch, 1967; Goldhaber, 1994; Kreps, 1996; Stacey, 2003) y existen límites: hay personas que pertenecen a los mismos y otras que no lo hacen (Lawrence y Lorsch, 1967; Daft, 1989). Tras esta aproximación al concepto de organización, el segundo capítulo ofrece una revisión bibliográfica del concepto de estrategia. La inclusión en la estrategia de la organización de una estrategia de conocimiento que se base en la innovación y el aprendizaje es esencial para que ésta sobreviva en el tiempo (Watkins y Marsick, 1993). Como primer punto se ofrece una aproximación al concepto describiendo sus aspectos más importantes, para a continuación profundizar en la relación existente entre estrategia y gestión del conocimiento. Para prosperar y sobrevivir en un entorno como el actual, las organizaciones deben de aprender a minimizar los efectos negativos de la incertidumbre y la ambigüedad, mientras crean competencias esenciales que les ayuden a explotar las oportunidades de mercado (Lei, Hitt y Bettis, 1996). En este sentido, generar valor en estas organizaciones supone identificar, crear y dirigir de forma continua el conocimiento, que es considerado un recurso estratégico (Marsh y Ranft, 1999; Simonin, 1999). Una vez destacada la relación de los países con las organizaciones, y la importancia existente entre la estrategia y la gestión del conocimiento, se procede a introducir un concepto novedoso en el área: geoestrategia del conocimiento. Se define geoestrategia del conocimiento como la aplicación de los recursos disponibles de un país relacionados con la gestión del conocimiento para el posicionamiento competitivo de dicha organización gubernamental dentro del sistema global. En primer lugar se ofrece una aproximación al concepto de geoestrategia, señalando cómo la distribución de los países y los recursos que en ellos hay, se presentan como un factor estratégico que debe de ser tenido en cuenta en la planificación estratégica (Lim, 1979). El concepto de estrategia característico de cada país puede tener un gran impacto en los resultados económicos del mismo (Whittington, 2001). Informes realizados en los últimos años indican que determinados países han presentado unas tasas de crecimiento superiores a otros y que esto ha coincidido en algunos casos con la adopción de tecnologías que permiten una mayor eficiencia en la producción de los bienes y servicios (Drew, Richardson y Vaze, 2001). El tercer y último capítulo aborda los dos últimos objetivos propuestos: identificar los parámetros de éxito organizacionales en la gestión del conocimiento a través de un análisis factorial y, en función de los resultados obtenidos, proporcionar a las organizaciones un soporte en la toma de decisiones estratégicas. Además supone un punto de partida a los estudios realizados en esta área, sirviendo de base para futuras investigaciones. El análisis factorial realizado para la Unión Europea permite identificar los parámetros de éxito organizacionales en la gestión del conocimiento que llevan a cabo los países de la Unión Europea. A partir del análisis, se han identificado cuatro factores subyacentes en la gestión del conocimiento. El primer factor identificado, que representa más del 35 por ciento de la variabilidad, se denomina Push&Pull-Effect y representa la relación entre las variables de inversión y resultado. El segundo factor, denominado How we are, representa más del 15 por ciento de la variabilidad. Este factor describe la situación de cada país en base a su fecha de incorporación, el porcentaje de empresas usando tecnologías y el producto nacional bruto per cápita. El factor Education domino effect representa casi el 15 por ciento de la variabilidad y es identificado como el tercer factor. Este factor explica la relación existente entre el crecimiento de un país y la inversión en educación. Por último el cuarto factor identificado explica por sí solo más del 13 por ciento de la variabilidad, se denomina Knowledge employment y define la importancia de los trabajadores relacionados con el conocimiento en un país. A partir de estos factores, se identifican cinco clusters de países. El primero de ellos, denominado Países del Conocimiento, está compuesto por Alemania, Austria, Dinamarca, Finlandia, Países Bajos y Suecia. Estos países son un ejemplo de cómo la inversión en investigación y desarrollo que efectúan los gobiernos afecta al número de investigadores y de patentes incorporando personal cualificado al país y promoviendo el crecimiento. El segundo cluster está formado por España, Grecia, Irlanda, Italia y Portugal y destaca por situarse en las últimas posiciones en la gestión del conocimiento, junto con el cluster 4, formado por Bulgaria, Chipre, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Malta, Polonia, República Checa y Rumanía. Estos dos clusters aún no han descubierto la importancia que tiene el conocimiento para el crecimiento de la economía y no están llevando a cabo medidas proactivas que mejoren su situación. Finalmente, el tercer cluster identificado se encuentra entre los Países del Conocimiento y los clusters 2 y 4 y está formado por Francia, Bélgica y Reino Unido. Dicho cluster define una estrategia de conocimiento más limitada que la llevada a cabo por Alemania, Austria, Dinamarca, Finlandia, Países Bajos y Suecia. Luxemburgo representa un caso especial dado que la inversión en I+D no se recibe directamente del gobierno, sino que la efectúan en su mayoría las empresas. Esto es debido a las características especiales del país y las políticas proactivas que ha realizado desde los años sesenta creando instituciones específicas que han promovido la información. Este es el caso de Luxinnovation desde 1984 y que trata de promover la innovación privada en el sector de las pequeñas y medianas empresas. El segundo análisis propuesto se centra en la definición de los factores subyacentes a nivel mundial. Para ello, se han seleccionado países pertenecientes a distintas agrupaciones reconocidas a nivel mundial: APEC, BRIC, Cairns, G-20, MERCOSUR, Next-11 y Unión Europea. Al igual que en el caso anterior, la selección de las variables, obtenidas de la base de datos del Banco Mundial, se ha realizado a partir de una exhaustiva revisión bibliográfica y se distingue entre variables de inversión, variables de descripción de los países y variables de resultado. Por medio del análisis factorial se han identificado cinco factores subyacentes que deben de ser tenidos en cuenta por los gobiernos interesados en promover el crecimiento de su economía, fundamentado en una eficiente estructura del conocimiento (Martinus, 2010). El primer factor, que representa el 29 por ciento de la variabilidad y se denomina Potencial de creación de conocimiento, destaca la importancia de que un país posea recursos que fomenten la creación de conocimiento, como por ejemplo la existencia de trabajadores del conocimiento. El segundo factor representa aproximadamente el 18 por ciento de la variabilidad y se denomina Productividad TIC. Como su nombre indica, destaca la importancia de las tecnologías de la información y la comunicación en la gestión del conocimiento, recogiendo variables relacionadas con este aspecto. El tercer factor identificado en el análisis factorial a nivel mundial se denomina Internacionalización del conocimiento. Explica por sí solo aproximadamente el 8 por ciento de la variabilidad de los datos y destaca la importancia de que exista intercambio de conocimiento entre países. El cuarto factor, que explica más del 7 por ciento de la variabilidad, se denomina Resultados de investigación e incluye la relevancia de los resultados relacionados con el conocimiento a la hora de justificar la variabilidad de los datos. El último factor, Autopista de la educación, explica por sí solo más del 7 por ciento de la variabilidad de los datos y destaca la relación existente entre la inversión en educación de un país y su crecimiento. Del mismo modo que en el caso del estudio de la gestión del conocimiento en la Unión Europea, se ha realizado un análisis de proximidades a partir del cual se han determinado cuatro cluster de países. Los países que conforman el primer cluster tienen en común su puntuación en el índice de desarrollo humano, situándose en las primeras posiciones de éste. El segundo cluster está formado por aquellos países con una puntuación más baja en el índice de desarrollo humano. Y por último hay un tercer cluster cuyos países tienen en común la proximidad geográfica: Hong Kong, Singapur, Filipinas y Malasia son países situados en el sureste asiático con ciertas características similares como su reducido tamaño. Esta relación con el índice pone de manifiesto las diferencias en el comportamiento de la gestión del conocimiento en función de la calidad de vida de sus habitantes. Finalmente y en línea con los resultados de la Unión Europea, se identifica un caso especial de comportamiento: Luxemburgo. Esto se debe a las peculiaridades geográficas de este pequeño país de Europa y a las medidas que tomó su gobierno a partir de los años sesenta para fomentar el conocimiento y convertirlo en uno de los pilares fundamentales para el crecimiento del país.