Determinación de plaguicidas en frutas, verduras y mieles por cromatografía líquida-espectrometría de masas

Laburpena

El constante crecimiento de la población en el último siglo ha creado la necesidad de incrementar la producción de alimentos. Sin embargo, las plagas y las enfermedades destruyen cerca de la tercera parte de las cosechas. Ante tales circunstancias, la utilización de compuestos que controlen la acción de las plagas resulta imprescindible, ya que aumentan la productividad agrícola y disminuye el costo de los alimentos. Junto a los beneficios derivados del uso de plaguicidas para la obtención de cosechas más abundantes, la aplicación masiva e indiscriminada de estos productos puede tener consecuencias adversas sobre la salud humana y el medio ambiente. Para evaluar el riesgo toxicológico derivado del consumo de frutas y hortalizas, se deben analiar directamente los productos hortofrutícolas sobre los cuales se han aplicado los plaguicidas. Los organismos gubernamentales, en su preocupación por la salud de los consumidores, han establecido disposiciones legales para limitar la presencia de residuos en los alimentos mediante los "límites máximos de residuos" (LMRs). Para controlar que el contendio de residuos de un alimento no supere los LMRs establecidos, es necesario disponer de métodos de análisis sencillos, económicos y fiables que permitan la identificación y cuantificación de los plaguicidas presentes. En los últimos años se han desarrollado técnicas para la extracción de plaguicidas como la dispersión de matriz en fase sólida (DMFS), la microextración en fase sólida (MEFS) y la extracción con barra magnética (EBM) que tienen como objetivo realizar en un único paso la extracción y purificación de la muestra. Estas técnicas presentan las ventajas de utilizar una pequeña cantidad de muestra y disminuir el consumo de disolventes orgánicos, lo que reduce la contaminación medioambiental y aumenta la seguridad laboral. A pesar de las nuevas técnicas EFS, DMFS, EBM y MEFS, se sigue utilizando la e