Gestión bancaria de riesgosespecial referencia al riesgo operacional : propuesta de control y aplicación empírica

  1. GUTIÉRREZ LÓPEZ, CRISTINA
Zuzendaria:
  1. José M. Fernández Fernández Zuzendaria

Defentsa unibertsitatea: Universidad de León

Fecha de defensa: 2007(e)ko martxoa-(a)k 05

Epaimahaia:
  1. Francisco Javier Martínez García Presidentea
  2. Alicia Rodríguez Pérez Idazkaria
  3. Víctor Manuel González Méndez Kidea
  4. Ana María Arias Álvarez Kidea
  5. Manuel Rodríguez López (1950-) Kidea
Saila:
  1. DIRECCIÓN Y ECONOMÍA DE LA EMPRESA

Mota: Tesia

Teseo: 135841 DIALNET

Laburpena

La gestión de riesgos en los intermediarios financieros se ha convertido en uno de los principales retos que debe asumir el sector, especialmente desde la aplicación del Nuevo Acuerdo de Capitales de Basilea (Basilea II). Es posible distinguir, sobre todo en términos regulatorios, entre riesgos financieros (crediticios o de mercado) y riesgos operacionales. Estos últimos centran el interés actual de los gestores de estas empresas y de los supervisores. En esta línea, el objetivo ha sido analizar el papel y trascendencia del riesgo operacional en las entidades financieras, para proponer un conjunto de herramientas encaminadas a su medición, gestión y supervisión, dando así respuesta a las necesidades planteadas por Basilea II. El riesgo operacional es un concepto cualitativo, subjetivo y de difícil definición y aproximación que debe medirse y controlarse para desarrollar un esquema integral de riesgos. Al contrario que los riesgos financieros, no es diversificable ni se asume voluntariamente para la obtención de beneficios. Desde un punto de vista causal, corresponde a errores humanos, fallos en los procesos operativos o en los sistemas, o al acontecer de eventos externos. Para los primeros, de ámbito interno, será preciso diseñar un esquema de gestión que comience con su identificación, a través de su frecuencia y la cuantía de las pérdidas sufridas. De la combinación de ambas derivará el tratamiento más adecuado para la reducción o transferencia de estos riesgos. En este sentido, el desarrollo de una base de datos de pérdidas es imprescindible, capturando los eventos operacionales, el origen de éstos y su impacto o volumen de pérdidas. Para ello deberá partirse de la información contable aunque sin ceñirse exclusivamente a ella, ya que muchos sucesos de este tipo no tienen reflejo contable al no derivarse de transacciones. Posteriormente, será preciso definir modelos de cálculo de riesgos, a fin de cifrar el capital que debe ma