Teoría de la novela gótica. La novela gótica en España (1788-1833)

  1. LOPEZ SANTOS, MIRIAM
Dirigida por:
  1. José Enrique Martínez Fernández Director
  2. María José Conde Guerri Codirectora

Universidad de defensa: Universidad de León

Fecha de defensa: 24 de noviembre de 2009

Tribunal:
  1. Luis Alberto de Cuenca Presidente/a
  2. Natalia Álvarez Méndez Secretaria
  3. José María Balcells Vocal
  4. Antonio Fernández Insuela Vocal
  5. María José Rodríguez Sánchez de León Vocal
Departamento:
  1. FILOLOGÍA HISPÁNICA Y CLÁSICA

Tipo: Tesis

Teseo: 283180 DIALNET

Resumen

La novela gótica como género literario e universal viene siendo recuperada en los últimos tiempos por estudiosos y teóricos de prestigio; sin embargo, por lo que a la literatura española se refiere, este género, adscrito a un período convulso y conflictivo como fue el de entresiglos que abarcaba los reinados de Carlos IV y Fernando VII, ha permanecido olvidado y arrinconado y completamente ausente de monografías y estudios generales. Esta idea se apoyaba en las dificultades para el desarrollo de la cultura y las reticencias del público a un género importado. Un análisis exhaustivo, como el que aquí se propone, demuestra otra realidad bien diferente y recupera una serie de novelas que pueden, sin duda, adscribirse a dicho género de la novela gótica, desde dos perspectivas. Por un lado, una teórica que pretende establecer unos patrones genéricos que justifiquen la posterior existencia de manifestaciones en nuestro país a la vez que permita fijar un corpus apoyado en parámetros fácilmente identificables. Se justifica su existencia frente a movimientos cercanos como el género fantástico y se establece una fórmula a partir de los elementos que se repiten de manera recurrente y en los que destaca como principio estructurador de todo el engranaje narrativo el miedo. Por otro lado, la otra parte, eminentemente práctica, estudia la realidad española en sus tres nivelas, histórico, sociológico y literario para demostrar que unos y otros condicionaron de manera decisiva la adaptación de la novela gótica en nuestro país, pero no negando su existencia sino enriqueciendo su fórmula con nuevos elementos. La lección edificante, el peso de la moral, la exaltación de la religión, pero también la búsqueda incesante de la verosimilitud literaria y del realismo más palmario, así como la presencia constante del elemento macabro se habrían de configurar como nuevas características estructurales exigidas por la renovada fórmula de la novela gótica, que aparecerán en las novelas españolas. Este corpus gótico se establece a lo largo de tres etapas que tienen que ver con los diferentes pasos hacia su configuración genérica; una línea continua y en evolución que abarca desde los primeros ecos, en las dos últimas décadas del siglo XVIII, pasando por el asentamiento del género a través de los textos importados y llegando a su desarrollo pleno en los años finales del régimen absolutista de Fernando VII; entre las novelas que se encuentran en esta tercera etapa destacan Viaje al mundo subterráneo de José Joaquín Clararrosa; Vargas. Novela española de Blanco White; Cornelia Barorquia de Luis Gutiérrez; La bruja de Vicente Salvá; Virtud, constancia, amor y desinterés aparecen en el bello sexo de Narciso Torre, El subterráneo habitado de Aguirre o la anónima Las calaveras o la cueva de Benidoleig representantes del ideario irracional, frente a las que recuperan el mundo medieval de castillos y fantasmas efímeros, La torre gótica o el Espectro de Limberg, El hombre invisible o las ruinas de Munsterhall y La urna sangrienta o el panteón de Scianella de Pascual Pérez y Rodríguez.