Historia del boxeo amateur y olímpico español en el periodo 1972-2000

  1. Calle Molina, María Teresa
Dirigida por:
  1. María Eugenia Martínez Gorroño Director/a

Universidad de defensa: Universidad Autónoma de Madrid

Fecha de defensa: 11 de octubre de 2019

Tribunal:
  1. Francisco-Alberto Arruda Carreiro da Costa Presidente/a
  2. Ignacio Garoz Puerta Secretario/a
  3. Eduardo Álvarez del Palacio Vocal
  4. José Luis Pastor Pradillo Vocal
  5. Marisa Santos-Pastor Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

El presente trabajo de investigación se enmarca dentro de la Historia del Tiempo Presente y recupera la historia del boxeo amateur español entre 1972 y 2000. El objetivo inicial se centró en conocer las circunstancias sociales, económicas y deportivas que rodeaban al boxeo amateur español para averiguar las características del boxeo olímpico en este periodo temporal. Se han buscado los motivos que impulsaron a los tres únicos medallistas olímpicos españoles para iniciarse en el boxeo y mantenerse en su práctica, partiendo de conocer su procedencia, su estatus social y económico. Con estos aspectos queríamos indagar sobre sus perspectivas personales en cuanto a su participación olímpica. Con ello logramos conocer e identificar los factores que apoyaron o entorpecieron su práctica deportiva, así como averiguar la influencia del boxeo y de sus logros olímpicos en la vida personal de estos tres medallistas olímpicos. El rescate histórico se ha realizado a partir de la información extraída de muy diversas y diferentes fuentes. Se realizaron dos grupos de discusión y se entrevistaron a veintiséis fuentes orales. Las fuentes orales participantes han sido de diversa tipología. Fuentes orales primarias: boxeadores medallistas olímpicos españoles, boxeadores olímpicos, otros boxeadores aficionados contemporáneos del periodo objeto de estudio, personas cercanas al deporte olímpico o que ocuparon puestos de responsabilidad en organizaciones deportivas españolas en el periodo estudiado. La información obtenida fue contrastada con otras fuentes primarias documentales: varias procedentes de archivos institucionales y múltiples de los archivos personales de las fuentes primarias entrevistadas. El proceso de triangulación se completó con los datos extraídos del análisis documental de las fuentes hemerográficas del periodo, así como con la información procedente de otras fuentes de diversa índole. Por tanto, se llevó a cabo un específico diseño metodológico que dio como resultado un modelo historiográfico de corte cualitativo para enfrentar la recuperación histórica que ha supuesto este trabajo, adecuando específicamente todas las fases del proceso metodológico. Así, a partir de una exhaustiva identificación y categorización de las fuentes, la crítica interna y externa de las mismas y del análisis documental de cada una de ellas, se recogió toda la información que fue contrastada y triangulada posteriormente para escribir y recuperar con rigor y profundidad la porción de la historia del deporte español que supone este trabajo. Como consecuencia, hemos podido constatar que se ha producido una evolución del boxeo en España condicionada en forma definitiva por la evolución social, política y económica del país. En los años 70 partía de una práctica competitiva amateur que desembocaba en el profesionalismo condicionado por motivos económicos, hasta evolucionar hacia una disciplina con otros objetivos como la práctica deportiva saludable o el aprendizaje del pugilismo como forma de defensa personal en la década de los años 90. La motivación de los practicantes amateur en la década de los años 70 partía del interés por lograr importantes sumas económicas en el ámbito profesional, con el fin de superar la precariedad social y económica de su entorno, no siendo así en décadas posteriores. La gratuidad de acceso a la iniciación en el boxeo, en cuya base estaban los escasos requerimientos y el altruismo de los preparadores, condicionaba la adherencia al mismo de jóvenes de familias sin recursos que, por otra parte, encontraban con frecuencia en aquellos rudimentarios gimnasios de los barrios obreros, una orientación formativa que venía a suplir su escasa formación académica, condicionada por su prematura inserción laboral. La práctica del entrenamiento del boxeo amateur durante los años 70 se realizaba en lugares que habían sido construidos y se utilizaban simultáneamente para otros usos diferentes al deportivo. Funcionaban por la afición hacia su práctica de los vecinos generosos y la voluntariedad de ciertos colectivos. Tenían serias precariedades materiales y técnicas. Los jóvenes que se iniciaban en aquellos “gimnasios” eran siempre varones, tenían en torno a 14 años, eran entrenados de forma altruista por antiguos púgiles, y comenzaban compitiendo en combates de dudosa legalidad, que eran celebrados en lugares no acondicionados para la práctica deportiva. En décadas posteriores, la práctica del boxeo se fue integrando en los polideportivos municipales y se crearon gimnasios específicos que contaban con mayores recursos. A pesar de una mejora en las ayudas económicas y deportivas en los años 80, el boxeo se vio afectado a causa del rechazo popular que propiciaba su percepción violenta y la constatación de los riesgos que para la salud conllevaba su práctica, por lo que fue prohibido en algunas localidades españolas. Los medios de comunicación redujeron significativamente su difusión hasta la década de los años 90, cuando surgieron cadenas de televisión privada y la extensión de noticias por internet. En esta década puede constatarse la evolución positiva de las circunstancias económicas y sociales de procedencia de los jóvenes que comenzaban a boxear. Los años 90 pueden señalarse como un periodo en el que se impulsaron progresos significativos que perduran en décadas posteriores, como la inclusión de la mujer en el boxeo. En cuanto a la Selección Nacional, esta disciplina recibió un impulso nacional e internacional a partir de la representación española en congresos, comisiones y campeonatos europeos, así como con la creación de estructuras de formación y de promoción para púgiles y entrenadores. Durante los años 70 las ayudas económicas por parte de las instituciones deportivas eran insuficientes e inestables y los púgiles debían hacer importantes sacrificios para compatibilizar las esporádicas concentraciones de la Selección Nacional con las ocupaciones laborales que les eran imprescindibles para subsistir. Aquella situación mejoró con el impulso que generó la celebración de los Juegos de Barcelona-92. Se crearon planes como las becas ADO que ayudaron a los seleccionados a concentrarse en su carrera deportiva y, posteriormente, facilitándoles cierta formación académica en concentraciones prolongadas en el tiempo y con recursos técnicos y personales muy superiores a los recibidos en décadas precedentes. De las ocho ediciones olímpicas del periodo objeto de estudio, España se ausentó en Moscú-80, siendo 22 los boxeadores españoles participantes en las siete ediciones restantes. En los Juegos de Moscú-80, Los Ángeles-84 y Sídney-2000 se implantaron medidas de seguridad significativas en pugilismo. Los galardones conseguidos por españoles fueron un total de ocho diplomas olímpicos y cuatro medallas. Los tres medallistas de la historia de boxeo olímpico español son Enrique Rodríguez Cal, que consiguió una medalla de bronce en Múnich-72, Faustino Reyes López, que obtuvo una medalla de plata en Barcelona-92 y Rafael Lozano Muñoz, que logró una medalla de bronce en Atlanta-96 y otra de plata en Sídney-2000. Aquellos logros fueron fruto de diversas causas, pero en todos los casos existió un apoyo familiar y fue definitivo el trabajo y el respaldo de entrenadores que de manera altruista y generosa encauzaron su capacidad de trabajo y sus potencialidades, impulsando la afición y el entusiasmo de aquellos tres jóvenes que resolvieron su devenir a partir de su práctica pugilística.