Evaluación de la utilización de medicamentos en pacientes institucionalizados en una residencia de la provincia de León

Abstract

El envejecimiento poblacional, y los cambios que este conlleva en las personas ancianas, tanto a nivel clínico como social, suponen el empleo de distintas líneas de acción para este colectivo. De todas ellas, cabe destacar el uso de medicamentos y el catálogo de servicios que ofrece la Ley de Dependencia Española. Por ello, este estudio se centró en las personas ancianas que conviven en un centro residencial, intentando aportar toda la información posible acerca de sus patologías, tratamientos farmacológicos, así como las complicaciones más frecuentes que estos tratamientos pueden acarrear. Para ello, se realizó un estudio observacional, descriptivo y retrospectivo de distintos aspectos de la historia clínica de 330 residentes de una residencia mixta de persona mayores. La información recabada se recogió en impresos estructurados especialmente diseñados para tal fin. En todo momento, se contó con la autorización del centro y se garantizó la confidencialidad de los datos. Tras analizar los datos se concluyó que la edad media de la población era elevada, situándose en el grupo de ancianos que algunos autores denominan como grandes viejos. Con claro predominio del sexo femenino frente al masculino. En lo referente a las patologías, las prevalencias más elevadas se encontraron en las enfermedades cardiovasculares, seguidas de aquellas que afectan al sistema musculoesquelético y, posteriormente, las patologías digestivas. A nivel unitario, la hipertensión arterial fue la enfermedad con mayor incidencia del centro. En contraposición a estas, aquellas que menos afectaron a nuestra muestra fueron las complicaciones respiratorias y las neoplasias. Aunque, como es característico de este grupo etario, la media de enfermedades por persona se estableció en un número muy elevado, por lo que la pluripatología fue evidente. Esta pluripatología implica un aumento del consumo de medicamentos que, en nuestro caso, se sitúo en 6,9 por persona. Esto hizo que nuestra muestra también se pudiera catalogar como polimedicada. En la actualidad, la clasificación de medicamentos más internacionalmente utilizada y recomendada por la OMS es la Clasificación Anatómico-Terapéutica-Química o ATC. Atendiendo a este criterio, el consumo del grupo anatómico A Tracto alimentario y metabolismo, seguido por el grupo anatómico C Sistema cardiovascular y este a su vez, por el grupo anatómico N Sistema nervioso, fue el mayoritario. Si nos centramos en los fármacos, a título individual, destacó el consumo de omeprazol, furosemida y ácido acetilsalicílico. Por otra parte, al tener una muestra de individuos polimedicados, las interacciones medicamentosas se presentaron con una magnitud diferente a la habitual. El dato hallado fue muy elevado ya que más de las ¾ partes de los residentes presentaron algún tipo de interacción. Por lo que pudimos afirmar que existe una clara relación entre el número de medicamentos que recibía el residente y la aparición de interacciones farmacológicas (diferencias significativas), aumentando éstas al incrementarse el número de medicamentos consumidos.