Influencia del estado emocional de la mujer con cáncer de mama en su recuperación

Resumen

El cáncer de mama es la neoplasia maligna más común entre la población femenina en España, y puede dar lugar a alteraciones psicológicas y emocionales en las mujeres en las que se ha diagnosticado. Con el estudio realizado se ha querido valorar la forma en que las mujeres diagnosticadas y tratadas de cáncer de mama se enfrentan a sus emociones y emplean mecanismos de afrontamiento, de control y de defensa emocional. En él han participado 98 mujeres, pertenecientes a la Asociación Leonesa de Mujeres con Cáncer de Mama (ALMOM). Los métodos utilizados para recoger la información han sido un cuestionario de 73 preguntas agrupadas en 7 bloques, una entrevista grupal y una aportación artística. Las mujeres diagnosticadas de cáncer de mama tenían una edad media de 53,1 años. La mayoría estaban casadas o vivían en pareja, tenían hijos y habían obtenido el graduado escolar o cursado estudios primarios o Formación Profesional. El diagnóstico de su enfermedad se había producido hacía una media de 4,3 años, diagnosticándose un tumor en estadio II. La gran mayoría se había sometido a tratamiento quirúrgico y de quimioterapia, y algo más de la mitad se encontraban en fase de seguimiento sin recidiva previa y se sometían a revisiones cada 6 meses-1 año. El diagnóstico de cáncer de mama es una importante fuente de estrés que produce variedad de problemas de adaptación en quien lo padece. La finalización del tratamiento no supone el final del proceso de adaptación, que continúa a lo largo de la etapa de seguimiento de su enfermedad. Estas mujeres presentan una mayor sensibilidad a la hora de enfrentarse a una situación negativa y tienden a disgustarse fácilmente, lo que indica que su enfermedad ha supuesto una lesión importante en su parte emocional. Pasan además por varias etapas en cuanto a aceptación se refiere, avanzando y retrocediendo en ellas fácilmente, de tal manera que no se controlan hasta que la mujer pasa a una fase de adaptación, bien a través de conductas adaptadas, bien mediante conductas desadaptadas. Por lo que respecta a su entorno, consideran que existe una vorágine de personas a su alrededor, pero casi siempre son insuficientes o perjudiciales. El estudio ha permitido diferenciar tres tipos de mujeres: aquellas cuyo diagnóstico les ha permitido cambiar la perspectiva de su vida; aquellas que de alguna manera se han quedado ancladas en el duelo oncológico y, por último, mujeres con dependencia emocional, probablemente consecuencia de experiencias determinadas en la infancia. Finamente, la intervención terapéutica a nivel psicológico de la paciente con cáncer de mama debe producirse en el momento en el que se conoce el diagnóstico, y debe ser mantenida y prolongada en el tiempo, con el fin de conseguir una consolidación de respuestas adaptativas de carácter duradero.