Pasado y presente de los baños prehispánicos en Iberoamérica conocidos como temazcal

Laburpena

La antigua creencia del proceso curativo de los Temazcales, consistían en que el sudor producido por el vapor, tenía beneficios en las enfermedades de la piel, hígado, de la circulación y en aquellos procesos que afectaban el aparato músculo esquelético. Pero además tenía otros beneficios como el enriquecimiento espiritual al establecer un contacto directo con la Madre Tierra. El calentamiento del cuerpo, que durante el baño puede alcanzar una temperatura entre 40 y 45 grados centígrados, produce una serie de reacciones como son: la estimulación de la circulación sanguínea, aumento de la frecuencia cardiaca, y aumento de la fuerza del latido cardiaco, activando el metabolismo y provocando la sudoración. Se estima que cada litro de sudor perdido en el Temazcal, equivale al trabajo de varios días realizado por los riñones. El Temazcal es una sal pequeña suficientemente baja para conservar el calor, el techo usualmente construido en forma de bóveda, haciendo que los que toman el baño tienen que permanecer en posición de sentado o acostado. Durante el proceso del baño se combina el empleo de plantas medicinales en infusiones de las mismas, las que sirven no solo como rehidratantes sino también por sus efectos curativos producidos por las sustancias que contienen. Se realizó estudio comparativo con las Termas Romanas para intentar saber que culturas tan distantes presentan algunas similitud en el empleo de la Termo Terapia, Hidro Terapia y las combinaciones de plantas y aceites. La comparación entre la Cosmología Maya y las Deidades.