La industria minera sostenible y la regulación de su financiación

Resumen

La industria minera ha ocasionado a lo largo de la historia problemas muy importantes de carácter socioeconómico, político, y medioambiental. Es una industria rechazada por los países occidentales que se ha desplazado hacia países en vías de desarrollo. Estos países son particularmente vulnerables por la inexistencia de estados fuertes, por la enorme dependencia de la explotación de materias primas, por la pobreza de las comunidades donde se suelen localizar las minas y por la riqueza del medio natural, en muchas ocasiones virgen y dotado de una biodiversidad singular. Las grandes compañías mineras pueden operar en cualquier parte del mundo con estándares occidentales. Se han desarrollado numerosas iniciativas en este sentido, que buscan practicar una minería sostenible. Las compañías comprometidas con esta forma de trabajar cuidan tres grandes áreas (Social, medioambiental y económica y financiera) y son conscientes de los beneficios, no solo de carácter moral, que aporta trabajar de esta manera. Existe un gran número de empresas más pequeñas que trabajan también en países emergentes cuya actividad debe estar sometida a una regulación más eficaz que la que pueden proporcionar la legislación de esos países. El Banco Mundial ha puesto en marcha un protocolo llamado "Principios de Ecuador", al que se adhieren voluntariamente las entidades financieras, con el que se trata de garantizar que los bancos adheridos sólo financien proyectos sostenibles. Resulta determinante auditar a la empresa solicitante del préstamo. El protocolo de los "Principios de Ecuador" incorpora estándares que deben ser aplicados en esa auditoría. Sin embargo, estos procedimientos encierran un grado alto de subjetividad ya que es difícil representar completamente la sostenibilidad mediante unos pocos parámetros heterogéneos. Se propone en esta tesis un procedimiento basado en auditar las actividades que tiene en marcha la empresa que pide financiación, y que trata de evitar los sesgos habituales en los estudios de impacto ambiental. Se ha dado carácter determinante a determinados comportamientos calificados como excluyentes, por encima de la simple comparación de estándares.