Diferencias de acumulación de metales pesados y elementos esenciales en bovino entre sistemas intesivo, semiextensivo y extensivo de Castilla y León

  1. ESCUDERO POBLACION, ANDRES
Dirigida por:
  1. Felipe Prieto Montaña Director/a
  2. José Luis Benedito Castellote Director/a
  3. José Ramiro González Montaña Codirector

Universidad de defensa: Universidad de León

Fecha de defensa: 08 de noviembre de 2010

Tribunal:
  1. Cándido Gutiérrez Panizo Presidente/a
  2. María Ángeles Ríos Granja Secretaria
  3. Arcangelo Gentile Vocal
  4. José Fernández Revuelta Vocal
  5. B. Fatur Vocal
Departamento:
  1. MEDICINA, CIRUGÍA Y ANATOMÍA VETERINARIA

Tipo: Tesis

Teseo: 300352 DIALNET

Resumen

Algunos elementos pesados como el plomo, cadmio, mercurio y arsénico, que se estudian en la presente Memoria de Tesis Doctoral, asumen una gran repercusión en la opinión pública, ya que son reflejo de la contaminación del medio ambiente. En la mayoría de los casos no desempeñan ninguna función biológica y su presencia en los tejidos de los seres vivos es debida a una relación causa-efecto, como consecuencia de su exposición en un entorno relacionado con la fuente de contaminación. La seguridad alimentaria hacia el consumidor, velada por las normas emanadas de las instituciones regionales, nacionales y europeas, ha querido elevar a pública la información relativa a los potencialmente efectos originados tanto por los metales pesados y metales esenciales en las salud animal y humana, y las posibles diferencias derivadas del sistema de producción. Por ello se ha llevado a cabo, por primera vez, la determinación de los niveles de metales pesados en ganaderías de la Comunidad de Castilla y León, una de las más extensas y con mayor carga ganadera de España, así como las interacciones entre ellos y la influencia del sexo y edad en la acumulación de dichos elementos. Los niveles de arsénico, cadmio, plomo y mercurio que hemos encontrado en los principales órganos de acumulación, cuando se comparan con otras publicaciones, son inferiores a los descritos por la mayoría de los investigadores revisados, tanto en España como en el extranjero. Sin embargo, los niveles de cobre hepático encontrados son superiores a los considerados como fisiológicos. Esto puede deberse a la utilización de complejos nutricionales mal balanceados y que pueden llevar a situaciones de procesos subclínicos en el ganado vacuno. Cuando se procede al estudio de los niveles de metales pesados y elementos esenciales atendiendo al sistema de crianza de los animales, se encontraron resultados a priori sorprendentes, pero que coinciden con investigaciones recientes realizadas en Galicia. Las concentraciones de arsénico en el sistema extensivo, aunque dentro de los valores considerados seguros, fueron superiores y comparables a los obtenidos en otras regiones contaminadas, tanto en hígado, como en riñón y músculo. Algo similar ocurre con el cadmio, en el que a excepción del músculo, las concentraciones fueron estadísticamente superiores en los animales procedentes de ganadería extensiva. Con respecto a la tasa de mercurio, y debido al escaso número de muestras con niveles por encima del límite de detección, no pudimos establecer diferencias estadísticamente significativas. En el caso del plomo las diferencias son estadísticamente significativas en hígado, riñón y sangre, existiendo una mayor concentración de este metal en las muestras procedentes de explotaciones extensivas. Por lo tanto, en el músculo no existieron diferencias significativas en los valores de los elementos estudiados, como consecuencia del alto porcentaje de muestras que se encontraban por debajo del límite de detección, y a nivel hepático y renal fue el sistema extensivo el que mostró una mayor concentración de arsénico, cadmio y plomo. Este aumento de la concentración de metales pesados en granjas extensivas se atribuye a que son elementos bioacumulativos y los animales alcanzan la edad del sacrificio mucho más tarde que los animales de los otros dos regímenes. Además como son animales alimentados casi exclusivamente a pasto, ingieren cantidad de metales depositados en el suelo, como consecuencia de la ingesta de tierra y que, de otra manera, no habrían pasado a la planta. En el caso del cobre debemos señalar que las concentraciones encontradas son estadísticamente diferentes, sobre todo a nivel hepático, órgano diana de la acumulación de cobre, elemento que apareció en una cantidad significativa estadísticamente mayor en los rebaños semiextensivos. Estas concentraciones son sinónimo de intoxicaciones subclínicas según muchos autores, por lo que se recomienda variar la alimentación de dichos animales para que consigan alcanzar todo el potencial genotípico, ya que el crecimiento que se podría ver afectado por exceso de cobre orgánico. Las correlaciones existentes entre los metales pesados, cadmio, arsénico y plomo son cuantitativamente numerosas y cualitativamente significativas de lo que se deduce que las fuentes de contaminación son capaces de provocar un aumento de las concentraciones en todos ellos. Llama la atención la correlación negativa existente entre el cobre en sangre y los niveles de arsénico, cadmio y plomo en los órganos. Por ello podría ser una circunstancia a tener en cuenta cuando pretenda investigar la posible contaminación por metales pesados en bovinos. Las concentraciones de metales pesados encontradas en cualquiera de los sistemas de explotación analizados no son preocupantes desde el punto de vista de la salud pública, sin embargo los niveles de cobre en las explotaciones semiextensivas podrían tener implicaciones de intoxicación subclínica por cobre en animales y por ende el consumo reiterado de hígado por el hombre podría llegar a ocasionar trastornos de salud.